Avanzadas gestiones entre autoridades regionales, productores/as y el INIA Quilamapu, se han realizado en las últimas semanas, para implementar un atractivo proyecto que potenciará la ganadería ovina de la Región de Ñuble e incorporará ejemplares de la nueva raza de ovejas Hidango.
El director regional de INIA Quilamapu, Marcelino Claret, destacó que el interés de contar con esta raza de ovejas provino de los productores de la cooperativa Saltillo de Ateuco, de la comuna de Pemuco, en la precordillera de Ñuble, zona históricamente ligada a la agricultura y a la ganadería. Explicó que el interés demostrado, motivó reuniones preliminares que concluyeron en un encuentro con el seremi de Agricultura Antonio Arriagada, autoridades del gobierno regional e INIA.
Claret agregó que, en lo inmediato, se está buscando la mejor forma de financiar este proyecto que calificó como de gran interés regional. “Ñuble ha perdido la parte pecuaria en el tiempo (…) este proyecto servirá para levantar el sector, lo que contempla el establecimiento de praderas adecuadas”, tras lo cual destacó que el proyecto será presentado en un plazo de dos meses.
Luis Inostroza, investigador y experto en praderas de INIA Quilamapu, indicó que se está gestionando un proyecto para introducir la nueva raza de ovejas Hidango, a la Región de Ñuble. Explicó que se trata de una raza “destinada al mercado de la lana y de la carne, altamente productiva, ya que tiene la capacidad de producir hasta dos crías por parición”.
El especialista precisó que la idea es relevar la ganadería de la Región de Ñuble, a través de la introducción de una raza altamente productiva, que primeramente requiere mejorar los pastos o praderas para generar una buena condición de alimentación, lo que se da en la precordillera, zona que tiene el mayor potencial para la ganadería en la región.
Inostroza destacó que el mercado de la producción y venta de corderos en la región no está satisfecho, toda vez que “hay productores que dicen vender 100 corderos al año y que si tuvieran 500 los venderían todos”.
Finalmente, el investigador de INIA Quilamapu resaltó que existe un interés compartido con las autoridades regionales en potenciar y apoyar este proyecto, que beneficiaría a todas las comunas de la precordillera de Ñuble, involucrando a unos 800 pequeños productores de ganadería ovina.
Potencial de desarrollo
El seremi de Agricultura, Antonio Arriagada, comentó que el componente pecuario de Ñuble tiene un potencial de desarrollo importante y el gran desafío de adaptarse, teniendo presente las nuevas tendencias del mercado, como la producción saludable, la agricultura orgánica y el cuidado del medioambiente.
Agregó que estas premisas, deben vincularse con las actividades culturales, la mesa criolla y las fiestas costumbristas que caracterizan a nuestra zona. “En esta línea veo que la producción de carne de ganadería menor, por ejemplo el ovino y carnes magras o de aves, tienen una gran oportunidad de crecimiento, pero para que esto ocurra, hay que aplicar tecnologías y también se debe pensar en nuevas formas de producción”.
Destacó que los sistemas que se propongan deben explorar y explotar una asociación virtuosa con la agricultura y la actividad silvícola, así como aprovechar los residuos de la industria hortofrutícola y agropecuaria en general.