Ñuble tiene la mayor tasa de trabajadores que reciben el salario mínimo

Este martes 13 de mayo se votará en la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados el proyecto de ley de alza del salario mínimo, en tanto, al día siguiente está prevista su votación en la sala.
El tema reviste especial importancia para un gran número de trabajadores en la región, de hecho, Ñuble es la que exhibe la mayor tasa del país (23%) de trabajadores formales afectos al Ingreso Mínimo Mensual (IMM), según información proporcionada por el Ministerio de Hacienda, a partir de los datos administrativos de la base del Seguro de Cesantía.
En Chile, las personas afectas al IMM ($500.000 en julio de 2024) son aquellos trabajadores cuyo salario mensual bruto se encuentra entre 0,9 y 1,25 IMM. Esto significa que la remuneración de estos trabajadores no es inferior al ingreso mínimo legal ni tampoco supera significativamente ese monto.
De acuerdo al Ministerio de Hacienda, le siguen a Ñuble las regiones del Maule (22%) y La Araucanía (22%), Los Ríos (21%) y Biobío (20%). En el otro extremo, las regiones con menor proporción de trabajadores que ganan el mínimo son: Antofagasta (10%), Atacama (12%) y Magallanes (13%). En tanto, el promedio nacional es de 17,7%.
A nivel nacional, los sectores económicos con mayor porcentaje de trabajadores formales que perciben el IMM son: actividad de los hogares (42%), otros servicios (34%), alojamiento y comida (25%), servicios administrativos (22%), actividades culturales (20%), comercio (19%) y transporte (19%).
El proyecto de ley, ingresado con suma urgencia por el gobierno, inició su trámite en la comisión de Hacienda de la Cámara esta semana. El texto establece un alza del salario mínimo que se materializará en dos etapas definidas. A partir del 1 de mayo de 2025, el sueldo mínimo para los trabajadores mayores de 18 años y hasta 65 años subirá a $529.000. Posteriormente, a contar del 1 de enero de 2026, dicho monto alcanzará los $539.000.
Región de bajos ingresos
Según manifestó el seremi del Trabajo en Ñuble, Eduardo Riquelme Lagos, “la brecha de desarrollo económico es parte de las causas y argumentos de la reciente creación de nuestra región y sigue siendo el gran desafío que enfrentamos desde todos los sectores. Este porcentaje (23%) es una señal y también lo son otros en el ámbito del trabajo, como es el caso de la informalidad, pero en Ñuble, si bien hay puntos de vista diferentes, también hay claro ánimo de acuerdo y diálogo que está primando y se expresa en muchos espacios de trabajo tripartita y de iniciativas apoyadas de manera transversal. En la práctica, el resultado de este espíritu se está traduciendo en aumento de la inversión, en activación y en innovación que se han reflejado en las cifras de crecimiento económico y, en nuestro ámbito, en la creación de empleo. Esta es la senda y hay que agudizarla para, por ejemplo, reducir fuertemente ese 23%”.
En esa línea, Norberto Hernández Andrade, jefe de carrera del área de Negocios del Instituto Virginio Gómez sede Chillán, planteó que, “la alta proporción de trabajadores en Ñuble que ganan el sueldo mínimo sugiere varios desafíos económicos en la región. Esto nos muestra una estructura productiva con predominio de sectores que tradicionalmente ofrecen salarios más bajos, como el comercio y los servicios, que son importantes empleadores en Ñuble. También podría reflejar dificultades para atraer o generar empleos de mayor calificación y remuneración. Es crucial considerar que esta situación puede impactar negativamente el consumo local y el desarrollo económico general de la región, ya que limita el poder adquisitivo de una parte significativa de la fuerza laboral”.
Por su parte, el diputado Frank Sauerbaum, integrante de la comisión de Hacienda, reflexionó que “Ñuble es una de las regiones más pobres del país y claramente tiene un desarrollo económico muy bajo, lo que evidentemente afecta directamente los salarios que se pagan. Ñuble es, hoy por hoy, la región que más salarios mínimos paga en el país, influido obviamente por la condición mencionada”.
En tanto, Alejandro Lama Lama, presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Turismo y Servicios de Chillán, expresó que, “siendo una región con la mayor tasa de pobreza de Chile, sin lugar a duda que no hay mucha oferta laboral, no hay mucho consumo, no hay mucho crecimiento, ni mucho desarrollo, y eso naturalmente impacta directamente en el empleo y en los sueldos. Si estuviésemos en una región económicamente pujante, naturalmente que los sueldos serían mayores”.
Impacto para las Pymes
De acuerdo al Ministerio de Hacienda, con datos de la base del Seguro de Cesantía, a nivel nacional, el 40,5% de los trabajadores de microempresas están afectos al IMM (se entiende microempresa aquella conformada por 2 a 9 trabajadores). En tanto, en las pequeñas empresas (10 a 49 trabajadores), un 21,3% de los ocupados formales está afecto al sueldo mínimo.
El proyecto de ley incorpora un subsidio temporal para mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas) a partir de enero de 2026 en caso de que el alza de dicho mes ($39.000) respecto al monto de enero de 2025 -es decir, 7,8%- supere la inflación acumulada de 2025 (actualmente, la inflación acumulada a 12 meses alcanza un 4,5%).
Sin embargo, existe preocupación entre las pymes locales, particularmente del comercio y los servicios, por el efecto que podría tener en sus costos, en un escenario de desaceleración del consumo a nivel regional.
Alejandro Lama, presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, advirtió que efectivamente esta alza afecta severamente a las pymes. “Convengamos que cuando la gente habla de un salario mínimo, dice que va a subir a $529.000, pero esa no es la cifra real, una Pyme tiene que desembolsar cerca $700.000 cada vez que contrata a un trabajador por el sueldo mínimo, ya que a ese número hay que añadirle la gratificación mensual de un 25%, que llegaría a $132.250, y después hay un aporte del empleador, hay un seguro de accidentes, hay un seguro de cesantía, dependiendo del plazo del contrato, que puede ir desde un 0,8% hasta un 3%; y todo eso suma y sigue”.
“Entonces -continuó-, desde nuestra mirada, no es un salario bajo. Nuestro gremio, que representa a las Pymes, siempre ha considerado que el sueldo mínimo es el sueldo básico de entrada al mundo laboral, es decir, para una persona que no tiene especialización, que no es un profesional. Nosotros pensamos que está sobre su valor real y, por lo tanto, eso hace que se contraiga el empleo y se incremente la informalidad”.
En ese sentido, el dirigente advirtió que “las Pymes no están en condiciones de seguir absorbiendo todo lo que significa esta nueva alza del salario mínimo, la reducción de la jornada laboral a 40 horas, ahora este 6% de cotización previsional adicional con cargo al empleador. Entonces, todo va sumando y hace que se desincentive la contratación de mano de obra. Por eso tenemos un alto índice de informales (33,0% en Ñuble) que no están ganando un sueldo mínimo ni tienen un empleo formal ni derechos laborales”.
Alejandro Lama lamentó la medida. “Creemos que debiera ser más razonable el valor del sueldo mínimo, mucho más bajo de lo que está actualmente, para permitir que muchas personas ingresen al mundo laboral formal. Yo creo que la mirada es errónea al pensar que se está protegiendo al trabajador no especializado, y se está haciendo todo lo contrario, está quedándose sin posibilidad de trabajar y tiene que acudir al mundo informal”.
El presidente de la Cámara de Comercio de Chillán sostuvo que, “si tuviésemos una economía dinámica, con cifras verdaderamente buenas, esto nos impactaría mucho menos, pero estamos en un momento difícil. Yo creo que se requiere escuchar un poco más a las pymes antes de tomar decisiones, que se ven bonitas para la opinión pública en general, para los políticos se ve bien, pero que en realidad impactan fuertemente a las pymes”.
De igual manera, Norberto Hernández, docente del área de administración del Instituto Virginio Gómez, reconoció que, “el aumento del salario mínimo presenta un problema para las pymes de Ñuble, especialmente en los sectores de comercio y servicios, donde se concentra un número importante de trabajadores con este nivel salarial. Varios gremios han expresado preocupación por el impacto en sus costos operativos, señalando que la economía regional ya enfrenta dificultades en sectores productivos clave como la construcción, el forestal y la agricultura. Sin embargo, el gobierno ha implementado medidas de apoyo, como subsidios, para mitigar este impacto”.
El académico indicó que “es fundamental encontrar un equilibrio, ya que las pymes son un motor importante de empleo en la región y su estabilidad es clave para el bienestar económico de Ñuble. Un estudio del Banco Central advierte que los aumentos del salario mínimo podrían incentivar la informalidad y afectar el empleo formal en las pymes”.
Consultado el seremi del Trabajo, Eduardo Riquelme, sobre este impacto en las Pymes, afirmó que “el acuerdo con la CUT es sobre el diseño de una política salarial que considera todos los aspectos relevantes involucrados y uno de ellos es la situación de las Pymes. Y es que los ajustes salariales, que están destinados a mantener el poder adquisitivo de los trabajadores, requieren de ser implementados con responsabilidad, gradualidad y con apoyo a las Pymes para proteger los puestos de trabajo que ellas ofrecen. Es por ello que el acuerdo considera un subsidio específico para apoyarlas en este proceso y en nuestra región estaremos muy atentos a su implementación para que este pueda llegar de manera fácil y bien informada a las empresas de menor tamaño”.
Respaldo técnico
Según expresó el diputado Sauerbaum (RN), “tenemos claras falencias en productividad y capacitación, y aumentar el salario mínimo de forma inorgánica y sin fundamento técnico puede transformar el problema en algo estructural”.
“Si seguimos en la lógica de aumentar por aumentar, sin sustento técnico y claridad en los números, vamos a tener una afectación directa en la creación de empleos. Hay que avanzar en aumentos orgánicos y fundados y no en decisiones populistas que finalmente perjudican a los chilenos”, sentenció.
El parlamentario añadió que, “si los beneficios fiscales que hoy se entregan a miles de Pymes se quitaran, tendríamos claramente un problema gigante en el mercado laboral. El mercado no resistiría el salario mínimo. Hay un diseño equivocado que se debe mejorar ya en base a datos y no a voluntarismo y buenas intenciones. El papel resiste todo, pero los trabajadores no. Y ellos son los importantes siempre”.
“Un diseño equivocado trae consecuencias que después no son fáciles de revertir”, advirtió el legislador por Ñuble, quien adelantó que “el aumento se va a aprobar, pero hay que avanzar en diseños y fundamentos técnicos. Un año electoral es muy llamativo para muchos y el populismo está a la vuelta de la esquina. Hoy tenemos 900 mil cesantes en el país, 400 mil que ya dejaron de buscar trabajo y 2 millones y medio de personas trabajando en la informalidad, incluso, a veces, con sueldos inferiores al mínimo. Mi llamado es a la prudencia, a la responsabilidad y a actuar pensando en los trabajadores y no en las elecciones”.
El profesor Norberto Hernández, del IPVG, también piensa que debiera existir un respaldo técnico en la definición del sueldo mínimo. “Es esencial que la fijación del salario mínimo se base en análisis técnicos y económicos sólidos, además del debate político. Esto implica considerar factores como la productividad laboral, el costo de vida en la región, la capacidad de las empresas para pagar salarios más altos y el impacto en el empleo”, señaló.
“Un enfoque técnico ayuda a asegurar que la decisión sea informada y sostenible a largo plazo, evitando efectos negativos en el empleo y la competitividad de las empresas, especialmente las pymes. Algunos economistas señalan que los aumentos salariales deben ir de la mano con el crecimiento de la productividad para evitar efectos perjudiciales en el empleo formal”, reflexionó el profesional.
Al respecto, el seremi Eduardo Riquelme, expuso que “la negociación del sueldo mínimo ha sido históricamente entre el gobierno y la CUT, pero esto no tiene por qué significar la ausencia o la no consideración técnica que debe tener el acuerdo. Los ministerios que participamos de este diálogo tenemos un rol importante en este sentido y es por eso que hemos creado el Observatorio del Costo de la Vida, cuyo objetivo es precisamente aportar insumos técnicos a la discusión. La Política Salarial que hemos diseñado considera este observatorio como parte de la institucionalidad que quedará instalada y será un gran aporte para todos los actores”.