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Ministro Pardow confirma “ley corta” para destrabar proyectos

Agencia Uno

El ministro de Energía, Diego Pardow, confirmó a La Discusión que la cartera está trabajando con la comisión de Energía del Senado, donde se discute el proyecto de ley de Transición Energética, en una “ley corta” que aborde exclusivamente aquellas materias que permitirán reactivar las obras de transmisión eléctrica que se encuentran paralizadas, una necesidad urgente para la región de Ñuble, dado el rezago de infraestructura que la tiene al límite de su capacidad.

Ello, debido a que el proyecto de ley aborda no sólo medidas para relicitar los proyectos detenidos, sino que materias relacionadas con la institucionalidad, la infraestructura, mecanismos de planificación, ingresos tarifarios y la promoción de la competencia y el fomento al almacenamiento.

Como se recordará, el ministro visitó Chillán el 19 de mayo pasado, ocasión en la que anunció un paquete de medidas para enfrentar la crisis de transmisión en Ñuble, entre ellas, el envío del proyecto de ley de Transición Energética, lo que se concretó el 10 de julio, el que no solo aborda el problema de las obras de transmisión, sino que plantea un enfoque integral con otros temas, en generación y distribución también, lo que alertó a los principales gremios productivos de la región (Cámara de Comercio de Chillán, Asociación de Agricultores de Ñuble y CChC Chillán), ya que según plantearon, al ser más complejo, el proyecto tendrá una discusión más prolongada, razón por la cual solicitaron al presidente Gabriel Boric, el pasado 20 de agosto, en Chillán Viejo, el envío de una ley corta, atendiendo el sentido de urgencia que el problema reviste.

Tramitación corta

El secretario de Estado precisó que se definirá un protocolo de acuerdo con los senadores, que permita separar el proyecto de ley en trámite, en dos boletines, a través de una indicación supresiva. De esta forma, estimó que la “ley corta” se podría aprobar en el primer semestre de 2024, de manera que el próximo año se podrían licitar las obras detenidas, como la ampliación de la línea de transmisión Charrúa-Chillán, considerada la columna vertebral de la red eléctrica de la región de Ñuble, proyecto aprobado en 2018 que debía estar entrar en operación en agosto de 2022 pero, tras dos licitaciones desiertas y su adjudicación en 2021, la empresa a cargo abandonó el proyecto en 2022 y hasta ahora no se ha podido volver a licitar.

“Para focalizar la atención en aquellos temas urgentes, estamos trabajando en un protocolo de acuerdo en la comisión del Senado, que va a permitir efectivamente, separar en un proyecto de ley aquellas partes que son más urgentes, donde por cierto está incluida la revisión de los valores de inversión en las obras abandonadas, atrasadas, que han tenido problemas de ejecución, y este mecanismo específico de licitación de obras extraordinarias y urgentes; ambos tópicos están dentro de aquellos que vamos a priorizar en este protocolo de acuerdo”, explicó Pardow, quien reconoció que existe bastante acuerdo en esos temas, lo que permite augurar una tramitación expedita.

En esa línea, el secretario de Estado valoró la priorización de la discusión del proyecto de ley por parte de los legisladores. “Lo que he recibido de parte de los senadores es una retroalimentación de que este es un proyecto importante, más allá de que hay que efectivamente discutir algunos aspectos en particular, la voluntad de avanzar está”.

Consultado por los plazos que se estiman para la relicitación de las obras paralizadas, Pardow explicó que, “depende mucho del tipo de obra, se hablaba, por ejemplo, de la más problemática de la región, que es la ampliación de capacidad de la línea Charrúa-Chillán, que tendría que haberse inaugurado en marzo de 2024, tiene un 0% de avance, esa obra, si se relicita mediante los mecanismos actuales, estamos hablando de un proceso de dos años. Entonces, ¿qué es lo que nosotros quisiéramos que ocurriera? Durante el primer semestre del próximo año aprobar la ley y durante el segundo semestre, relicitar. De esta forma, algo que con la regulación actual serían dos años, lograr que sea uno”.

Debido al rezago de Ñuble en materia de transmisión eléctrica, hay más de 400 proyectos (conexiones) que no han podido concretarse porque aún no cuentan con factibilidad técnica en los rubros inmobiliario, agrícola, agroindustrial, industrial y comercial. En ese contexto, la línea Charrúa-Chillán, que alimenta a la capital regional y a varias comunas de la Provincia de Diguillín, está al borde de su capacidad, de hecho, durante el verano pasado, se aprobaron racionamientos y el fantasma del apagón estuvo rondando.

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