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En cadena nacional el Presidente Gabriel Boric presentó el proyecto de ley que pone fin al Crédito con Aval del Estado (CAE) y crea un nuevo instrumento de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES). La iniciativa tiene tres objetivos principales: condonar parte de las deudas educativas en base a criterios de justicia y mérito; reorganizar la deuda en términos razonables para quienes aún deban; y terminar con el CAE, reemplazándolo por un nuevo sistema de financiamiento.
En todo Chile son más de un millón y medio las personas que tienen deudas por estudiar con Fondo Solidario, Crédito Corfo o CAE, donde este último es el instrumento más significativo, con un millón doscientos mil deudores. El 31% está al día con el pago de CAE y solo un 5% ya terminó de pagarlo.
El Estado ha desembolsado, hasta la fecha, más de 9 mil millones de dólares para cubrir las deudas impagas, es por ello que se busca terminar con el CAE y ofrecer una solución a este endeudamiento.
Las cifras en la Región de Ñuble indican que 7.069 personas están endeudadas con el CAE, de las cuales 2.088, que egresaron o abandonaron su carrera, están en situación de morosidad. “Eso no significa que el resto esté al día o haya pagado, sino que hay un grupo que son los morosos y otro grupo son los que ya se les pasó el plazo y fueron reliquidados y el Estado tuvo que ponerse con los recursos. Por lo tanto, el grupo que va al día con el pago no supera el 30% de los 7.069”, explicó el seremi de Educación, César Riquelme.
Respecto a los otros tipos de créditos para acceder a la educación universitaria, indicó que “el crédito Corfo y Fondo Solidario ya están en fase de extinción, quedan muy pocas personas que están en eso, aunque quedan todavía, pero la idea de la ley es refundir todo en uno solo, que es el FES”.
Riquelme destacó que, de acuerdo a la propuesta del Ejecutivo, para condonar la deuda se evaluará si la persona egresó o no de su carrera, si tiene o no su deuda al día, y de acuerdo al número de cuotas que haya pagado a la fecha.
“Dependiendo de esa situación, el descuento inicial va entre los $760.000 y los $4.500.000. Si con eso todavía queda deuda, la persona puede adherirse al sistema y plantear que va a pagar la totalidad que debe. Al hacer eso, se le hace un descuento inmediatamente de un 25% del remanente. Si le queda todavía por pagar, eso se redistribuye en nuevas cuotas que son significativamente más bajas a las que estaba pagando”, señaló.
Agregó que quienes ya pagaron la deuda del CAE tendrán beneficios tributarios: un descuento en su impuesto a la renta que va entre 4 y 6 UF anual, durante 20 años.
El seremi de Educación de Ñuble precisó que el nuevo sistema de Financiamiento para la Educación Superior (FES) no se trata de un crédito, pues los bancos no participarán en este instrumento. Quienes estudien con este nuevo sistema cursarán su carrera sin pagar aranceles, solo existirá un copago para aquellos que estén en el 10% de mayores ingresos.
“Toda persona que pertenece a los deciles del séptimo hacia arriba, que no tiene gratuidad y se adhiera a este sistema, automáticamente queda exento de pago de matrícula, de arancel, de mensualidad. Un año después de titulado, una vez que accede al trabajo, tiene que contribuir con el pago de esto con un tope del 8% de sus ingresos. Esto es una escala, no es un 8% para todos, sino que el primer escalón es un 2,1%, luego sube a un 3,6% y así hasta llegar a un 8% que son aquellos ingresos superiores a los $3 millones. Tienen 20 años para contribuir en el FES como tope máximo”, indicó Riquelme.
Jóvenes con deuda
Una de las personas que debió recurrir a CAE para cursar estudios universitarios es la chillaneja Bárbara Cárcamo Acuña, de 20 años, quien cursa segundo semestre de Odontología en la Universidad Andrés Bello, en la ciudad de Concepción. Pese a tener una beca de cubre el 50% de su arancel, no fue suficiente como para que su familia asumiera los gastos del 50% restante del arancel.
“Odontología es una de las carreras más caras en cualquier universidad, tengo 50% de beca que me cubre la mitad y no me alcanzaba para cubrir la otra mitad restante, así que la tiré al CAE. El arancel ahora está en $8 millones anuales y las becas me cubren $4 millones y algo, y lo restante me lo cubre el CAE y eso lo debo empezar a pagar cuando salga de la carrera”, comentó.
La estudiante universitaria considera que el CAE tiene ventajas porque permite a personas de bajos ingresos costear la educación superior, pero la gran desventaja es que esto se traduce en una gran deuda con que las familias deben cargar por años, pues al crédito se suman intereses y otros valores que aumentan considerablemente el valor total del crédito a pagar.
“Fui a firmar el CAE hace poco, y ahí me comentaron que la deuda se va reajustando a medida que pasan los años. Cada año crecen los intereses y todo se va sumando a tu deuda y depende también si tu arancel se paga en UF o es un arancel establecido. En mi caso, se paga en UF, entonces mi deuda, además del interés que va incrementando, se va incrementando por la UF”, dijo.
Bárbara espera que una vez egrese como odontóloga pueda comenzar a pagar el CAE por sus propios medios, pues su familia actualmente cubre los gastos que implica estudiar fuera de Chillán. “Creo que priorizaría más que nada el tema de pagar el CAE porque no quiero tener problemas legales o si es que en algún momento quiero poner una clínica odontológica no puedo tener deudas. Además, mi familia está haciendo un gran esfuerzo para poder tenerme viviendo en Concepción, no tengo los medios para hacer todo a la vez, entonces para mí ya es un gran aporte que me estén pagando mi departamento, me estén pasando plata para vivir acá, para la locomoción, comer, vestirme, entonces no me gustaría que fuese algo que me terminaran de pagar ellos, me gustaría pagarlo por mi cuenta”, añadió.
Sobre el proyecto que pretende terminar con el CAE, expresó que “con mis compañeros lo hemos estado comentando y encontramos que es una mejor opción porque creo no tiene intereses elevado como el CAE, pero aun así sigue habiendo como un sistema de cobro al final por estar estudiando y no debería ser así, porque cómo nos van a estar cobrando por estudiar”.
Otro endeudado con el CAE es Vicente Aguilera, oriundo de San Nicolás, quien en el año 2022 debido a dificultades económicas abandonó la carrera de Técnico Superior en Enfermería en el Instituto Dr Virginio Gómez sede Chillán.
“Solicité el CAE ya que no tenía ninguna otra oportunidad con la cual poder estudiar, era eso o no estudiar. Llegué hasta el cuarto semestre, después empecé a faltar ya que se me hacía muy difícil económicamente asistir porque perdí el trabajo y no tenía ayuda de nadie. Solo me faltaban dos ramos del cuarto semestre y dos pre prácticas y terminaba, ya que el quinto semestre son competencias laborales”, explicó.
El monto total de su deuda es de UF 61,64, más de 2 millones 300 mil pesos. “Por lo que estaba revisando ya debería empezar a pagar el crédito y no cuento con ayuda de nadie para saldar la deuda”, dijo el joven que actualmente vive en Santiago y trabaja en seguridad privada para Metro. “Tengo pensado pedir de nuevo el CAE para el año 2025 y así terminar la carrera”.
Ventajas y desventajas del FES
Reacciones y opiniones diversas generó el proyecto de ley que busca poner fin al CAE. Desde la mirada de la decana de la Facultad de Educación y Humanidades Universidad del Bío-Bío, Dra. Fancy Castro Rubilar, la iniciativa representa varios beneficios para las generaciones que han egresado con esta deuda y para los actuales estudiantes.
“Se crea un nuevo instrumento de financiamiento como el FES, al cual pueden acceder incluso aunque ya estén financiando su carrera por medio del CAE. Lo más importante que se saca del financiamiento a la banca, que es implacable en sus cobros con las personas deudoras como con el mismo Estado”, destacó.
Agregó que “este proyecto, si se convierte en ley en los términos presentados por el Ejecutivo, traerá alivio a muchas personas y familias, porque la mochila que hasta hoy han debido cargar las personas para poder educarse en la educación superior es insostenible y no es lo que un Estado debe seguir avalando, porque es un financiamiento injusto. Esperamos que el Parlamento discuta este proyecto con la altura de miras que la ciudadanía espera, especialmente las y los jóvenes que buscan acceder a la educación superior”.
En tanto, el experto en educación y académico del Departamento de Filosofía de la Universidad de Santiago de Chile, Mario Sobarzo, sostuvo que si bien es un avance especialmente para los universitarios que hoy están en deuda porque les permite condonar una parte o la totalidad de la deuda, el proyecto está lejos de lo que el presidente Gabriel Boric prometió en campaña.
“Propuso una condonación general de las deudas, eso no ocurrió. Se calculaba que el dinero era tan alto que era prácticamente imposible que esto se pudiera realizar en un gobierno que además no le ha tocado una buena situación económica internacional y tampoco nacional, entonces no se pudo hacer esto”, expuso.
Fue enfático en señalar que el principal problema en la actualidad se encuentra en aquellos estudiantes que no han podido terminar su carrera. “Son los que tienen la mayor dificultad de pago dentro de lo que es el CAE, porque el puro hecho de terminar la carrera aumenta las probabilidades que tiene una persona de poder conseguir los recursos necesarios para pagar el crédito con el cual estudió, y ahí hay un cuello de botella muy importante porque hay un porcentaje importante de estudiantes que no terminan sus carreras en Chile o que se cambian, y por lo tanto van sumando créditos y van aumentando el monto que debe al sistema bancario, entonces ese es un factor también que incide en la crisis, en la dificultad para poder pagar eso”, dijo.
Sobarzo valoró que el nuevo sistema de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES) esté a cargo de administrar estos recursos y va a reducir la cantidad de intereses. “Va haber más amabilidad con los deudores, podrán acceder a un crédito que sea más pagable, mucho más accesible para ellos poder cumplir”, precisó.
Del mismo modo, destacó que los requisitos de pago son mucho menos abusivos que los ofrecidos por el sistema bancario y se establece un porcentaje límite respecto al sueldo que perciba la persona.
“El pago no puede exceder del 8% de lo que es el ingreso mensual del estudiante una vez que egresa del sistema universitario, por lo tanto, eso hace que sea más accesible y más posible de pagar. Eso es un avance también respecto de lo que existe hoy, porque el sistema con Aval del Estado no tiene esos límites y por lo tanto a veces puede ocurrir que hay estudiantes que están pagando hasta un 20% del monto de su sueldo y con eso por supuesto que es impagable para ellos”, detalló.
A juicio del académico de la Usach, que el proyecto de ley se asemeje al que había presentado el expresidente Sebastián Piñera puede facilitar su aprobación en el Congreso. “Esto es bueno porque en último término es más fácil aprobar ese tipo de leyes que tienen cierto nivel de consenso porque ya anteriormente fueron presentados por el gobierno anterior. O sea, es más fácil sacarlo en el Congreso. Ahora, también se puede ver como negativo en el sentido de que el actual gobierno fue muy crítico de la propuesta presentada por Sebastián Piñera, pero eso ya es un asunto de conflictos políticos, para los efectos de las personas”.
Respecto de las desventajas del proyecto de ley, indicó que el Estado es quien deberá crear el fondo de financiamiento, ya que con el CAE quien presta esos recursos es el sistema bancario. “Esto dificulta el aumento de la gratuidad, recordemos que el aumento del porcentaje de población que recibe gratuidad en el sistema universitario está ligado al crecimiento del país y a la capacidad de recaudar mayor cantidad de dinero. En la medida que se va a gastar dinero en este nuevo sistema, que hoy día no se gastaba, la gratuidad es más difícil que pueda llegar al 70% que hoy día se encuentra en el 60%”, indicó.