Expresidente sudanés Omar al Bashir es condenado por corrupción
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El expresidente sudanés, Omar al Bashir, fue condenado el sábado por un tribunal de Jartum a dos años de detención por corrupción, después de haber sido depuesto en abril por un inesperado movimiento de protesta en las calles.
Bashir, de 75 años, que dirigió el país durante 30 años con mano de hierro, fue juzgado por un tribunal especial y declarado culpable de “corrupción” y “posesión ilegal de fondos extranjeros”, concretamente de Arabia Saudita.
Se trata de la primera condena judicial contra un exdirigente sudanés. Bashir escuchó el veredicto vestido con la tradicional túnica blanca y turbante y encerrado en una especie de jaula metálica dentro del tribunal.
El juez explicó que el exmandatario cumplirá su condena en un centro de detención para personas de edad avanzada, porque según la ley sudanesa los ciudadanos mayores de 70 años no pueden ir a la cárcel.
Uno de sus abogados, Hashimi el-Gaaly, aseguró que “el expresidente es un oficial del ejército que no desea reducción de condena y no quiere clemencia”.
Otro de sus abogados manifestó, no obstante, que el exmandatario sí apelará la condena, aunque “no confía en el sistema judicial sudanés” y cree que es objeto de un “juicio político”.
Por otra parte, el magistrado también ordenó la confiscación de fondos encontrados en el domicilio de Bashir tras su arresto en abril, un total de 6,9 millones de euros (351.770 dólares y 5,7 millones de libras sudanesas).
En las audiencias, Bashir, encarcelado desde hace meses en una prisión de Jartum, garantizó que el dinero no había sido usado con fines personales y que hacía “donaciones”.
Según un testigo, el expresidente, que llegó al poder gracias a un golpe de Estado en 1989, dio cinco millones de euros a un temido grupo paramilitar.
Fuera del tribunal, varias decenas de partidarios del expresidente se manifestaron y mostraron su decepción por esta condena.
Tras conocerse el veredicto, un importante dispositivo de seguridad fue instalado en el centro de Jartum para controlar posibles manifestaciones en las próximas horas de adeptos del exjefe de Estado.