Una protesta se encuentran realizando las artesanas de Quinchamalí en la explanada de los edificios públicos, para manifestar su preocupación por la tradición, ya que, según plantearon, se encuentra en riesgo.
Las alfareras temen que la actividad decaiga debido a las dificultades que tendrían para obtener la greda, ya que el dueño del predio de donde extraen este insumo y la tierra amarilla venderá los terrenos. Además, cuestionan el trabajo para apoyar la continuidad de la tradición, demandando mayor transparencia en la ejecución de los talleres.
“Hemos solicitado información a través de la seremía de Cultura a la cual, al momento, todavía no tenemos respuesta y al PSI del ministerio por los recursos del plan de salvaguardia de la artesanía de Quinchamalí. Queremos saber en qué se han gastado en los últimos cuatro años y a cuántas personas ha beneficiado. Se han hecho talleres de portadores de tradición, pero en realidad queremos saber cuántas personas han salido como alfareras. Estos se viene realizando desde 2018, y de estos no vemos resultados. También se quitaron los recursos al taller artesanitos de Quinchamalí, los que tenían una salida pedagógica-cultural una vez al año y hace años que no la tienen.”, dijo la presidenta del Comité de Alfareras de Quinchamalí Nayadet Núñez.
Según la representante, desde 2009 se han estado solicitando salvaguardar la alfarería de Quinchamalí, es decir, su materia prima y la continuidad de la tradición.
“La realidad es que van quedando 80 alfareras vivas y activamente están trabajando 30”, detalló.
