Apertura del cepo cambiario en Argentina: ¿Audacia o locura?

La decisión del presidente argentino, Javier Milei, de modificar el régimen cambiario y eliminar las trabas al acceso a divisas tras garantizarse millonarios préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos es una jugada “audaz” y no exenta de riesgos en un contexto global complejo.
La apertura del denominado “cepo”, la maraña de restricciones cambiarias que desde 2011 complica la vida económica de Argentina, era una de las principales promesas de la campaña que en 2023 llevaron a Milei a un triunfo en los comicios presidenciales.
Pero la complejidad de un paso semejante -que podría conllevar una súbita devaluación del peso argentino y una inmediata aceleración de la inflación- hacía prever que una medida de este tipo solo podría darse después de los comicios legislativos de octubre próximo.
Por eso el anuncio de la tarde del viernes causó sorpresa. Desde el próximo lunes, ciudadanos y empresas en Argentina se verán libres de la mayoría de requisitos y limitaciones que tenían para acceder a divisas, pero, además, se estrenarán en nuevo régimen cambiario en el que el tipo de cambio oficial flotará libremente, sin la intervención del Banco Central, mientras el precio oscile dentro de una banda.
“Las medidas son bien disruptivas y sorpresivas. Es un plan muy audaz, pero creo que el Gobierno no tenía otra opción. El momento era ahora, más con el apoyo internacional muy fuerte del FMI y de otros organismos, que permitirá casi duplicar las reservas del Banco Central”, dijo a la agencia de noticias EFE Leonardo Piazza, director de la consultora económica LP Consulting.