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Un caluroso enero se despide, el primer mes del año se caracterizó por registrar temperaturas superiores a los 33 grados, situación que se ha intensificado la última semana, llevando al Servicio Nacional de Prevención y Respuesta de Desastres (Senapred) a declarar alerta roja para Ñuble.
Pero el calor no solo se experimenta durante el día; después de las 21 horas, los termómetros han sobrepasado los 26 grados Celsius, situación que podría afectar el sueño y la salud. Ante esto, profesionales del Servicio de Salud Ñuble (SSÑ) entregaron algunas recomendaciones para lograr un sueño reparador, pese al intenso calor.
En este contexto, la Directora del Servicio de Salud Ñuble, Elizabeth Abarca Triviño, indicó: “Promovemos el autocuidado en todo momento, y en estos días, una de las preocupaciones de los equipos está en evitar que las personas sufran complicaciones de salud o golpes de calor. Por ello, hacemos un llamado a mantenerse hidratados, específicamente con agua; evitar la exposición al sol, especialmente entre las 11 y las 17 horas; usar ropa ligera y calzado cómodo; utilizar protector solar factor 50+; no exponer al sol a menores de 2 años y preferir comidas ligeras que ayuden a reponer líquido”.
Otra recomendación de los profesionales también es que la comunidad tenga un sueño reparador, algo que podría dificultarse con las altas temperaturas. En ese marco, el Subdirector de Gestión Asistencial, Dr. Max Besser Valenzuela, explica que: “No tener un buen descanso, puede tener efectos al día siguiente como alteraciones en las funciones cognitivas, es decir, podemos presentar dificultad para concentrarnos, sentirnos más lentos, más irritables o incluso, presentar algunas alteraciones gastrointestinales”.
“Uno de los consejos es que intentemos mantener las habitaciones entre 18 y 21 grados, ya sea abriendo las ventanas y manteniendo una buena circulación de aire. Si es posible, apoyarnos con un aire acondicionado, por una o dos horas, manteniendo la temperatura en 20 grados o más, o bien, utilizando un ventilador, que es una opción más accesible y económica. También es importante utilizar ropa ligera al dormir y preferir duchas con agua tibia, ya que el agua fría puede generar una reacción en el cuerpo y provocar más calor. Desconectarse de las pantallas y no hacer ejercicio muy cerca de la hora de acostarse, son parte de las sugerencias. Si bien la actividad física es positiva, lo ideal es que esta se realice al menos una o dos horas antes de irnos a dormir”, expresó el cardiólogo.
La alimentación es clave
Para un buen descanso es fundamental una adecuada alimentación durante el día y, especialmente, a medida que avanzan las horas. Si bien la recomendación general es tener hábitos saludables siempre, en la noche debemos preocuparnos por “comer liviano y evitar el alcohol. La idea es que nuestra última comida sea a las 20 horas, por ejemplo, antes de acostarnos, se aconseja evitar alimentos con alto contenido de agua, ya que este tipo de productos aumenta la necesidad de micción lo que obliga a levantarnos varias veces por la noche, interrumpiendo el sueño”, señaló Ximena Osorio Garrido, Nutricionista Encargada del Programa Vida Sana del SSÑ.
“Otra de las recomendaciones es no ingerir comidas picantes, ni alimentos ricos en grasas, puesto que requieren más tiempo para su digestión y podrían generar malestar gastrointestinal. También se aconseja evitar alimentos con alto contenido de azúcar y carbohidratos refinados, pues estos pueden provocar cambios en los niveles de glicemia en la sangre y a nivel cerebral, así como también, no tomar bebidas que contengan cafeína o teína, ya que este es un estimulante que puede interferir negativamente en el sueño”, añadió la profesional.
Estos son consejos sencillos que pueden facilitar conciliar el sueño, fundamental para tener una buena salud. Ante dudas, las personas pueden llamar al número de Salud Responde 600 360 7777 como primer medio de orientación.