Share This Article
Con una degustación en la que participaron productores, académicos y autoridades, el equipo de profesionales de la Universidad de Concepción campus Chillán y la cooperativa vitivinícola Coovicen, de Quillón, presentaron cuatro nuevas propuestas de vinificaciones especiales, con el objetivo de diversificar su producción y agregar valor.
La actividad representó un nuevo hito en la ejecución del “Programa de transferencia tecnológica para la producción de vino y vinificaciones especiales de variedades disponibles en el Valle del Itata”, que apunta a mejorar la competitividad de Coovicen.
El programa es liderado por el Departamento de Agroindustrias de la Facultad de Ingeniería Agrícola (FIAUdeC), con la participación de la Facultad de Agronomía, y es financiado por el Gobierno Regional de Ñuble.
La degustación contó con la participación del gobernador regional de Ñuble, Óscar Crisóstomo; del director general del campus Chillán UdeC, Dr. Pedro Pablo Rojas; del vicedecano de la FIAUdeC, Dr. Christian Folch, quien es coordinador de este programa; del presidente de Coovicen, Eduardo Carrasco; del director del Departamento de Agroindustrias UdeC, Dr. Juan Cañumir, quien dirige el programa; del seremi de Agricultura, Antonio Arriagada; del jefe de la División de Fomento del Gore, Osvaldo Alcayaga; socios de la cooperativa, académicos y representantes del sector público.
En la jornada, el enólogo Dr. Guillermo Pascual, de Agronomía UdeC, presentó dos vinos dulces: un Moscatel de Alejandría de 8,2 grados, blanco y un País de 7,3°, rosado. Según explicó, se trata de una producción de 500 litros, elaborada en la planta piloto agroindustrial de la UdeC.
El académico acotó que, de acuerdo a la legislación chilena, no puede ser denominado vino si tiene menos de 11,5°, por lo que se habla de vinificaciones especiales en general, donde una alternativa es emplear la denominación “pipeño” en la etiqueta, la que fue aprobada por el SAG en julio de este año para vinos de menos de 11,5° de alcohol, elaborados por la agricultura familiar campesina o cooperativas de Maule, Ñuble y Biobío.
Asimismo, el enólogo Edgardo Candia, de Coovicen, presentó un pipeño de uva País, de 7,5°, rosado, del que se elaboraron 60 mil litros; y un vino tranquilo de Moscatel, blanco, seco (bajo contenido de azúcar), de 13°, del cual se elaboraron 700 mil litros, en la bodega de la cooperativa.
Comercialización de pipeño
Gustavo Martínez, enólogo y miembro del equipo ejecutor del programa, explicó que la elaboración de estas vinificaciones como parte del programa, responde a una solicitud de los socios de la cooperativa, algunos de los cuales han comercializado vinos dulces en distintas ferias, con una buena aceptación por parte del público.
El profesional comentó que estas alternativas de vino calzan con esta nueva denominación de “pipeño” para nuevos productos y nuevos mercados.
Tras la degustación, el presidente de la cooperativa manifestó que, “nosotros tenemos el afán de hacer vino pipeño, porque el público está consumiendo cada vez más vinos dulces, principalmente mujeres, es una tendencia. Hace años que venimos ensayando el vino dulce de Moscatel de baja graduación”. Carrasco destacó que los “pipeños” elaborados como parte del programa tienen una calidad superior a los producidos por ellos.
Consultado sobre las perspectivas de comercialización, sostuvo que eso dependerá de las prospecciones de mercado que se llevarán adelante, así como de las condiciones, en alusión a la crisis mundial de precios que experimenta actualmente esta industria.
En esa línea, el director del programa, Dr. Cañumir, afirmó que se evaluarán opciones de comercialización, tanto en formato granel como embotellado, no solo en el mercado nacional, sino que también pensando en exportar. “Las alternativas presentadas tuvieron una buena crítica por parte de los asistentes, lo que demuestra el buen trabajo del equipo encabezado por el Dr. Pascual”, acotó.
El profesor Cañumir planteó que, “apoyar en estandarizar los procesos es muy importante; todos los años se presentan factores inesperados, entonces, todos los años hay que adecuar los procesos para lograr siempre el mismo producto, que es lo importante cuando uno está en el mercado, donde la variabilidad no es muy deseada. Y eso es lo que nosotros hacemos para ayudar a los productores”.
En tanto, el vicedecano de la FIAUdeC, Dr. Folch, contextualizó que el programa tiene tres componentes, el primero de los cuales consistió en el aumento de la capacidad de almacenamiento de vinos a granel, que se logró con la adquisición e implementación de 18 cubas que suman 1,2 millones de litros, duplicando la capacidad instalada; y el segundo, que corresponde a nuevas alternativas de comercialización de productos según el nuevo escenario productivo, con las propuestas de nuevos prototipos de vinos diseñados en base a las observaciones de Coovicen y adaptados por el equipo, que se degustaron en la actividad. En cuanto al tercer componente, la prospección de mercados, que ya está en desarrollo, el académico precisó que “se les entregarán competencias en el uso de herramientas tecnológicas para generación de negocios, estudios de prospección de mercados de vinos a granel, que es lo que se ha consensuado, son los caminos que la cooperativa quiere transitar”.
El gobernador Crisóstomo, por su parte, recordó que hace más de dos años adquirió el compromiso de fortalecer Coovicen a través del aumento de su capacidad productiva y su proyección exportadora, lo que hoy se expresa en dos iniciativas: el programa que ejecuta la UdeC, por un lado; y el apoyo de ProChile en la búsqueda de mercados internacionales, donde destacó la reciente participación de la cooperativa en una de las mayores ferias de vinos a granel, en Países Bajos.
Asimismo, el Dr. Rojas relevó la vinculación entre el Gobierno Regional y la U. de Concepción, que ha permitido a la casa de estudios poner sus capacidades al servicio de los desafíos de la cooperativa, a cuyos socios agradeció por depositar su confianza en el equipo de profesionales UdeC.