Las ventas con factura en Ñuble, durante septiembre, crecieron 3,1% nominal en 12 meses, según los Indicadores de Compraventa Regional, que elabora el Banco Central, con datos de facturas electrónicas disponibles en el SII.
A pesar del alza, Ñuble registró la variación más baja a nivel nacional, en que 12 de las 16 regiones anotaron variaciones de dos dígitos.
La cifra de septiembre se puede ver como una señal de recuperación, en un año donde solo tres meses exhibieron variaciones interanuales positivas (enero, marzo y junio); pero también se puede interpretar como una variación negativa, si se considera una inflación de 4,0% .
En términos acumulados, en enero-septiembre las ventas muestran una caída nominal de 2,5% en comparación con igual periodo de 2024.
Por otro lado, las compras con factura en Ñuble, durante septiembre, crecieron 5,7% nominal en 12 meses, ubicando a la región en el penúltimo lugar nacional, donde 13 regiones crecieron en dos dígitos.
También es una buena noticia para la región, dado que, durante el presente año, solo cuatro meses exhibieron variaciones positivas.
En el acumulado de los nueve primeros meses de 2025, las compras se incrementaron 1,9% nominal respecto a enero-septiembre de 2024.
Estancamiento
Renato Segura, académico de Ingeniería Comercial de la Universidad Federico Santa María, sostuvo que “Ñuble ha mostrado un comportamiento muy por debajo de lo esperado. Son varios los factores que pueden explicarlo, pero, sin duda, la crisis social en 2019 y la pandemia afectaron negativamente el proceso de instalación de la región, lo que ha mermado significativamente la dinámica de la actividad”.
“En particular -comentó-, el efecto se ha notado con mucha más fuerza en la ruralidad. Las provincias de la nueva región han visto postergadas sus expectativas de mayor actividad económica, lo que ha profundizado la sensación de un centralismo intrarregional que benefició en mayor medida a los grandes centros urbanos que concentran el 50% de la población”.
En ese sentido, criticó que “no se han materializado acciones de política pública conducentes a estimular la actividad económica de la ruralidad”.
“Lamentablemente -continuó-, las prioridades de la política pública del país no han puesto el foco en estrategias de crecimiento económico, dejando a Ñuble a la deriva, empujado por la dinámica de sectores económicos tradicionales, los cuales en muchos casos han llegado a un nivel acotado en su contribución marginal a la actividad económica”.
En opinión de Segura, “definitivamente, los resultados no describen una recuperación económica, sino más bien un estancamiento”.
Apuntó que, en los últimos años, el mejor rendimiento de la región se observó durante la pandemia en los sectores agrícola, forestal y comercio, “cuando las restricciones de movilidad potenciaron la seguridad alimentaria y los circuitos cortos, lo que permitió una mayor actividad de la industria alimentaria y la logística asociada. Lo mismo ocurrió con la industria forestal”. Añadió que también se verificó en el consumo de los hogares, sin embargo, “a partir de 2022 el ajuste fue brutal, no solo por la normalización de la actividad a nivel país, sino porque Ñuble desaprovechó la oportunidad de innovar en su matriz productiva, manteniendo inalterable los procesos asociados a la actividad económica
