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Un huevo en Venezuela cuesta lo mismo que 93,3 millones de litros de gasolina y con un dólar se puede comprar el contenido de 14.600 camiones: en la otrora potencia petrolera, la hiperinflación y el estancamiento de los precios hacen que el combustible sea regalado.
La paradoja es que con la gasolina más barata del mundo, los venezolanos enfrentan ciclos de escasez, el último de ellos desde la semana pasada, con filas hasta de varios días para llenar el tanque en distintas regiones.
“Aquí la gasolina es gratis”, resumió a la AFP el economista Jesús Casique.
Un huevo en el supermercado se paga a 933 bolívares, pero en la estación de servicio un litro de gasolina cuesta 0,00001 bolívares.
Un tanque de 50 litros se llena con 0,0005, monto imposible de pagar de forma exacta: el billete de menor denominación es de dos bolívares tras una reconversión monetaria lanzada por el presidente Nicolás Maduro en agosto pasado.
Se restaron entonces cinco ceros al bolívar, pero los nuevos billetes fueron pulverizados por una hiperinflación que el FMI proyecta en 10.000.000% para este año. Las monedas no existen.
“Lo poco que uno entrega de efectivo a la persona que te echa la gasolina en la estación es la propina“, porque la nafta no tiene prácticamente costo, dijo Henkel García, director de la firma Econométrica, a AFPTV.
Un dólar, cotizado este martes a 5.546 bolívares según el Banco Central de Venezuela, compra 554,6 millones de litros de gasolina, suficientes para llenar 222 piscinas olímpicas.
“¿Cómo se hizo tan barata? Con una inflación que iba creciendo y un precio de la gasolina que se estancaba”, explicó García.