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En abril la Cámara de Diputados aprobó el primer trámite legislativo de la ley que busca regular las plataformas tecnológicas que ofrecen servicios de transporte a través de aplicaciones como Uber o Cabify.
El gerente de Asuntos Gubernamentales de Uber, Nicolás Sánchez, en entrevista con Radio Infinita, planteó el desacuerdo de la compañía con el proyecto, y aseguró que “no hay que pensar solo en las grandes ciudades, en los centros urbanos. Alto Hospicio en Iquique, Ovalle en la Cuarta Región, Villa Alemana, Limache, en la Quinta, Chillán y Los Ángeles, todas esas zonas van a quedar sin servicio si la ley sigue como está”.
Sánchez consideró que dos aspectos de la ley perjudicarían a la empresa: la exigencia de una licencia profesional clase A y el congelamiento del parque automotor, este último punto porque los cupos que se pierden no se podrían ocupar nuevamente.
“Lo que dice la ley es que una vez que salga y entre en vigencia va a haber tres meses para que los conductores se puedan registrar, luego no se van a aceptar nuevos conductores por un año. La gente que entra como socio conductor a Uber, lo hace, pero también se sale, hay una rotación normal, en la práctica este universo es dinámico, se va a empezar a vaciar, y a los seis meses, ya va a ser imposible satisfacer más del 60% de los viajes”, afirmó.
En relación a la exigencia de una licencia profesional enfatizó que “Uber tiene 85 mil conductores en todo Chile, desde el día uno de la ley, 70 mil van a quedar sin cumplir este requisito. El problema de fondo es que hay ciudades que no tienen escuelas, y nuestra proyección es que esos conductores se demorarían entre siete y diez años en cumplir este requisito”.
Bárbara Kopplin, quien asume el 1 de junio como seremi de Transportes, analizó que la ley “va a establecer una serie de exigencias a las aplicaciones con el objetivo de generar condiciones de igualdad y una competencia justa”.
Kopplin agregó que “El proyecto plantea una exigencia que deben cumplir todas las empresas de transporte público de pasajero remunerado en Chile, lo que incluye que sus conductores tengan licencias A1, A2 o A3. Nuestra región cuenta con escuelas de conductores profesionales y aproximadamente la obtención de la licencia toma entre dos a tres meses”.