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La sensación en la calle parece ser la misma que la que se originó con el llamado “estallido social” en ese 18 de octubre que ya tiene su espacio ganado en todos los futuros libros de la Historia de Chile.
Parece la misma, porque los rayados con mensajes al Gobierno permanecen, porque los edificios comerciales y públicos siguen tapiados como búnkers; y porque a diario se ven piquetes de Carabineros en el centro.
Pero en cantidad de detenidos, incidentes y convocat o ria de manifestantes, los cambios son drásticos.
Ayer, cuando se cumplieron los primeros 50 días de este acontecimiento, tanto actores políticos como del ámbito judicial hicieron un análisis a lo que fue este proceso en Ñuble.
Contrastándolo con lo que ha ocurrido en otras ciudades, al menos, para el jefe regional ( s ) de la Defensoría Penal Pública , Antonio Guerra, “han sido en general pacíficas y en cuanto a abusos o fuerza excesiva por parte de c a rabineros, los ha habido, pero de ninguna manera como en otras partes, no es algo que se haya desbocado”.
En cuanto al número de detenidos por este contexto, se registra un total de 361 (hasta ayer), 209 en los 12 días de protestas de octubre; otros 139 en el mes de noviembre y 13 en lo que va de diciembre.
Es más, en los primeros tres días de octubre los detenidos totalizaron 139, lo que representa el 38,5% de todos los casos a la fecha.
Pese a que se ha decretado la medida cautelar de prisión preventiva en ocho oportunidades, “la mayoría de las personas detenidas han sido por desórdenes, obstaculización del tránsito, es decir por faltas menores, los hechos más graves han sido los menos”, apuntó el defensor.
40 personas en promedio
Conforme a cifras de la Intendencia, en las últimas marchas o manifestaciones se han congregado un promedio de 30 a 40 personas.
“Para nosotros lo relevante no es tanto el número, sino la señal que las personas aún están atentas a los cambios. El que haya habido días más tranquilos en la región, donde salvo Chillán, ya no hay manifestaciones, se debe a que la gente advierte que el Gobierno está escuchando y está trabajando al máximo en una agenda social que incluso ha encontrado apoyo en la mayoría de la oposición”, dice Alan Ibáñez, coordinador regional de Seguridad Pública.
Por las mismas razones, Ibáñez estima que también han bajado considerablemente la intensidad y los niveles de violencia en las protestas.
Interrupciones de tránsito, rayados y desórdenes siguen siendo las causas de los arrestos, sin embargo, “estamos tan atentos a la seguridad como optimistas con lo que pueda seguir pasando. No se puede hacer todo de inmediato, pero nuestra misión es seguir mejorando”