“Somos los últimos sobrevivientes de la década del 60’ de Ñublense, se han ido casi todos”

Jugaron en los albores del profesionalismo en la década del 60’. Cuando Ñublense escribía sus primeros años en el fútbol profesional tras su estreno oficial en 1959 con un categórico triunfo por 4-0 sobre Iberia en la Región Metropolitana.
Cuando en el club pagaban cada 90 días y los feriantes del Mercado ayudaban literalmente a parar la olla en la casa de los diablos rojos que jugaban más por amor a la camiseta que por un suelo.
El recordado volante Santiago “Chago” Ripoll y el otrora delantero Rómulo Oses, son dos estandartes y sobrevivientes de la época más romántica y sufrida del equipo de los diablos rojos.
Por eso, cada vez que se encuentran en Chillán, la ciudad que los acogió para siempre, se funden en un abrazo eterno.
“Somos los últimos sobrevivientes de la década del 60’ de Ñublense”, recalca Ripoll, de 83 años y quien reconoce haber perdido más de la mitad de su visión.
“Se han ido casi todos, pero acá estamos, dando gracias a Dios por cada día”, refuerza Oses, de memoria más frágil con sus 87 años.
“Nos tenemos que dar ánimo, no queda otra”, destaca Don Santiago, quien también brilló en Colchagua.
“Hay que ser agradecido”, responde Rómulo, también ex jugador de Fernández Vial.
Ambos no olvidan a los compañeros que ya partieron: Esaú Bravo, Luis Pérez, Luis Venzano, Óscar Romero, entre otros. “Dios te bendiga y nos regale más años”, le dice Ripoll a Oses. “Cada día es un milagro”, responde el win zurdo. Dos leyendas que dejaron huella.