Share This Article
El seremi de Medio Ambiente de Ñuble, Patricio Caamaño, se comprometió ayer a apoyar a vecinos de las localidades rurales del poniente de Chillán, que se han visto afectadas por la irrupción de empresas de áridos y una planta de compostaje, las que, denuncian, están generando daño ambiental y eventuales problemas a la salud.
La autoridad ambiental se reunió en el Salón Prat de la Intendencia con dirigentes de sectores como Huape, Huechupín y Quinchamalí, quienes reclamaron inicialmente por la presencia de una decena de plantas de áridos en una distancia menor a 12 kilómetros.
Los problemas mayores se están generando en la confluencia de los ríos Chillán y Ñuble, frente al llamado Mirador de Huechupín, “donde una empresa está ocasionando severos daños al cauce y al ecosistema”, según explicó el asesor de los vecinos, Braulio Cires.
El profesional entregó al seremi de Medio Ambiente y personeros de la Superintendencia del ramo, como asimismo a representantes del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), antecedentes desconocidos por éstos respecto de los cortes que se han realizado al curso fluvial y una serie de obras aparentemente fuera de la normativa que se han ejecutado.
Las autoridades presentes se comprometieron a analizar los antecedentes y además entregar información a los vecinos para que puedan canalizar de menor manera sus inquietudes.
El próximo 7 de junio la comunidad recibirá en el sector a concejales y personeros municipales, con el fin de materializar el apoyo del gobierno comunal a las demandas vecinales, expresadas en sesión reciente del Concejo Municipal de Chillán.
Durante la reunión la dirigenta Ghislaine Vallejos planteó que desde que comenzaron a divulgar el problema de manera pública, han enviado cartas denunciando los hechos a diversos servicios públicos, a lo que sumarán asesoría legal.
Además, el dirigente Gastón Cruz entregó al seremi un informe con los problemas que están generando en la zona los camiones que trabajan para las empresas de áridos que están en el lugar.
Los vecinos expusieron los problemas de ese proyecto, pero además las inquietudes sobre dos grandes iniciativas que está viendo el SEA, que sumarían unos 6 millones de metros cúbicos de extracción en unos cinco años y que afectarían una zona de 500 hectáreas en El Huape y Quinchamalí.
La comunidad de El Huape además expuso problemas derivados de malos manejos de una planta de compostaje y el seremi se comprometió a visitar la empresa con profesionales del área para saber qué material depositan en el lugar y si tienen facturas y documentos que acrediten el origen de los elementos orgánicos que se descomponen en el sector.
Desde la Superintendencia de Medio Ambiente plantearon que los vecinos tienen canales para lograr que sus problemas sean analizados por los organismos competentes.