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Un complejo escenario han debido enfrentar los empresarios del rubro turístico en la Región de Ñuble, tras el movimiento social que vive el país desde hace dos semanas.
Desde el fin de semana del 18 de octubre ni restoranes, ni alojamientos recibieron a sus pasajeros y fueron canceladas todas las reservaciones, lo que marcó una baja importante en los ingresos de cabañas, hoteles y restaurantes.
Desde Cabañas Los Hualles, en Las Trancas, Francisco Peñafiel confirma el fenómeno, aun cuando ve señales de recuperación. “Este fin de semana largo hubo mucha cancelación de reservas tomadas con anterioridad. Sin embargo estuvimos llenos igual, con gente que llegó buscando alojamiento a última hora”, relata.
De acuerdo al empresario, “al comienzo del movimiento teníamos hartas reservas y todas se cancelaron o postergaron. Fuimos flexibles dada la situación de fuerza mayor, pero muchas de ellas sencillamente no volvieron a agendar. Los dos primeros fin de semanas del movimiento social no tuvimos pasajeros”, afirma.
“Donde noté la baja es en las actividades corporativas de fin de año, al menos tuvimos baja de cuatro eventos de ese tipo”, explica, pese a lo cual es optimista: “creosaldremos fortalecidos de todo esto”.
Cobquecura
También la comuna costera se vio afectada al comenzar las movilizaciones. Sergio Debia, dueño del Complejo Turístico Ayekán, precisa que este fin de semana largo “estuvimos bien, casi igual que el año pasado”, pese a lo cual “el viernes negro no tuvimos visitas, tuvimos cancelaciones de gente que venía de Santiago, tampoco el siguiente fin de semana hubo movimiento”.
Tras las dos semanas más álgidas, este fin de semana comenzaron a llegar los turistas y la afluencia regular al restorán. “Al comienzo fue difícil, pero la gente busca salir a lugares tranquilos, escapar un poco y acá estamos más apartados, por eso se han atrevido a llegar”, comenta.
Quillón
Enzo de Gregorio, chef y dueño del restorán “Casa Lombarda” de Quillón, revela que no está seguro si fue la fecha, “mediados de octubre siempre es lento, o el movimiento social, pero nos bajó en por lo menos un 40% las ventas, toda esa semana fue floja y repuntó después del 26 de octubre. No hemos tenido desabastecimiento, salvo algunos proveedores que no pudieron traernos material porque saquearon sus bodegas”, explica.
Chillán
El epicentro de las manifestaciones masivas en la Región de Ñuble fue Chillán y sus locatarios son quienes más han sufrido.
Raúl Gómez, dueño del Restorán El Chapu, explica que “ha habido una baja en los horarios de nuestras colaciones, por el paro de funcionarios municipales, de la salud y profesores, sin embargo este fin de semana tuvimos una asistencia de público regular. Bajamos entre un 10 y 15% las ventas en relación a lo regular”, detalla.
Agrega que para ellos “la baja se nota en los eventos, estamos esperando a ver qué va a pasar con algunas reservas de fin de año”.
Para el Mic Café, que está en el centro, la situación es más crítica. “Yo tengo un 75% de baja en ventas”, afirma Francisco Muñoz, dueño del local. “Varios dueños de restoranes de acá de Chillán nos hemos estado reuniendo para organizarnos como un gremio, porque estamos discutiendo cómo vamos a enfrentar esta crisis, la gente no sale, varios locales ya tenían gente part time y hoy lamentablemente hemos comenzado a prescindir de ellos”.
“Tenemos claro que estamos a favor de las demandas sociales, el tema es cómo esto nos afecta a los más chicos. Muchos locales estuvieron cerrados la semana completa cuando comenzó todo, acá hay pocos desmanes y esto afecta directamente al bolsillo”, lamenta.