SEA aprueba parque eólico de 95 MW entre Yungay y Pemuco
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El año 2022, el 15 de septiembre, ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) la declaración de impacto ambiental (DIA) del proyecto Parque Eólico Dañicalqui, que se emplazará en la comuna de Yungay, casi en límite con la comuna de Pemuco, al norte del estero Perquenco, y cuya línea de transmisión se extenderá hasta la comuna de Pemuco.
Un proyecto que tendrá una potencia nominal de 95,2 MW, gracias a sus 14 aerogeneradores, produciendo energía eléctrica a partir de la energía cinética del viento, la cual se capta mediante las aspas, que es transformada en electricidad por un generador ubicado en la góndola de cada estructura.
Casi 16 meses después, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) aprobó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Parque Eólico Dañicalqui, perteneciente a Eólica Dañicalqui SpA.
La iniciativa considera una inversión total de US$120 millones y tendrá una potencia de 95,2 MW. En cuanto a su composición, la central estará conformada por 14 aerogeneradores, además de una línea de transmisión, de 5,3 kilómetros en 220 kV, que se conectará a la subestación Entre Ríos, propiedad de Transelec.
El proyecto tendrá una vida útil de 35 años y se espera, durante su fase constructiva, llegar a crear hasta 170 empleos. Su entrada en operación se estima para inicios de 2026.
Dañicalqui es un proyecto eólico de gran envergadura en la región. La iniciativa fue presentada por Eólica Dañicalqui SpA, ligada a la empresa penquista Consorcio Eólico, que en agosto de 2022 logró la aprobación ambiental de su primer proyecto energético en la Región de Ñuble: el parque renovable Entre Cerros, conformado por un parque eólico (46,2 MW) y un parque fotovoltaico (43,8 MW), que se emplazará en Portezuelo y que representa una inversión de US$100,3 millones.
Consorcio Eólico ha desarrollado otros proyectos en las regiones del Biobío y La Araucanía. A la española Acciona le vendió dos en Renaico; mientras que a la norteamericana AES Chile, le vendió uno en Mulchén y otro en Los Ángeles.
En el contexto del proceso de descarbonización de la matriz energética chilena, que, entre otras medidas, implica la salida de las termoeléctricas del sistema, los proyectos de energías renovables son atractivos para las empresas generadoras, lo que permite anticipar que proyectos como Entre Cerros, y posteriormente, Dañicalqui, puedan ser vendidos sin dificultades.