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Riesgo de hongos en frutales: impulsan tecnologías de detección y alerta temprana

Las condiciones de alta humedad y el incremento de las temperaturas registradas en las últimas semanas —y que se prolongarían hasta fines de octubre—, han generado un escenario complejo para la producción frutícola del centro sur del país. Así lo advirtió Daina Grinbergs, investigadora de INIA Quilamapu y fitopatóloga del Laboratorio de Fitopatología de Frutales, quien explicó que estas condiciones son especialmente críticas para especies como el cerezo, actualmente en la etapa final de floración.

“Es un momento en que los cerezos son muy susceptibles a las pudriciones causadas por Botrytis y Alternaria, hongos que primero afectan la flor y luego el fruto. Si tenemos alta humedad relativa y las temperaturas van en aumento, se genera el ambiente ideal para su desarrollo”, precisó la especialista.

Ante este panorama, la investigadora recomendó a productoras y productores mantenerse informados de los pronósticos agrometeorológicos y que, cuando sea necesario, aplicar productos que tengan alta eficacia, acompañada de resistencia al lavado por lluvia en flores o frutas.

Riesgos para la fruta de exportación

Grinbergs alertó que las pudriciones por hongos pueden no ser visibles en el huerto en las fases iniciales de infección, pero sí manifestarse durante el transporte o incluso tras la llegada de la fruta a destino. “Si alguna de esas infecciones queda latente, puede generar nidos de pudrición y comprometer contenedores completos de fruta de exportación”, explicó.

Para enfrentar esta amenaza, mencionó que en conjunto con la investigadora en inteligencia artificial de INIA Quilamapu, Paula Vargas, están desarrollando una nueva tecnología de detección temprana. Sostuvo que se trata de un sensor capaz de detectar de forma precoz arándanos y cerezos infectados con Botrytis y Alternaria, herramienta que permitirá realizar monitoreos en campo o en packing y descartar la exportación de fruta que presente riesgo de infección.

En este aspecto, advirtió sobre el riesgo de los hongos de madera —como Cytospora, Chondrostereum, Calosphaeria y otros— que se ven favorecidos por las lluvias, la alta humedad y las temperaturas moderadas. “Si existen heridas en los árboles producto de la reciente brotación, estas condiciones permiten la germinación de esporas y su ingreso al tejido leñoso, afectando la madera desde el interior”, detalló.

Si bien estos hongos no impactan la producción inmediata, recalcó que sí comprometen las temporadas futuras, causando pérdidas de rendimiento, de calidad de fruta e, incluso, la muerte prematura de los árboles.

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