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Durante 2023, la generación de energía eléctrica en la Región de Ñuble se incrementó un 20,3% en comparación con el año anterior, según estadísticas del INE, dato que revela el acelerado crecimiento de la capacidad instalada de generación en la región, principalmente de fuente solar.
Actualmente, la región cuenta con un total de 39 centrales generadoras en operación, con una capacidad instalada de 254 MW; de los cuales un 82,8% corresponden a energías renovables (solar, hidráulica y biomasa) y un 7,2% a centrales de respaldo diésel.
En detalle, se trata de 30 parques fotovoltaicos, dos minicentrales hidroeléctricas, tres centrales a biomasa y cuatro de diésel.
Lo anterior es una consecuencia lógica del auge de los parques solares que ha experimentado la región, primero, de la mano de los incentivos a los Pequeños Medios de Generación Distribuido, lo que explica que la mayoría de los actuales parques sean de menor tamaño (3MW); y hoy, con proyectos de mayor envergadura, que apuestan por la descarbonización de la matriz energética chilena.
Dennis Rivas Oviedo, seremi de Energía en Ñuble, afirmó que, “uno de los compromisos del Gobierno del presidente Gabriel Boric, es avanzar hacia la carbono neutralidad, una carrera que ya comenzamos a correr y que, desde Ñuble, hemos estado apoyando, mediante diferentes herramientas que permiten apoyar el desarrollo de sistemas de generación de energías renovables, como el programa “Ponle Energía a Tu PyME”, así como también, buscando fortalecer el uso apropiado de los energéticos que, históricamente, se utilizan en la zona, como la leña seca, de manera tal de asegurar que la leña que se comercializa cumple con los estándares que aseguren un producto de calidad, seguro y con el menor impacto ambiental posible”.
Proyectos de generación
En materia de proyectos de generación, el panorama se vislumbra auspicioso para Ñuble, puesto que, a los 30 parques fotovoltaicos en operación- que suman 132,9 MW de potencia bruta, lo cual equivale al 51% de la capacidad instalada regional- se deben añadir otros cuatro en construcción (Pellín, Ciprés, Peumo y Guindo Santo), de 9 MW de potencia cada uno, que se espera, comiencen a operar durante el presente año. Además, hay más de una docena de proyectos aprobados o en evaluación ambiental, que se caracterizan por ser de mayor tamaño y, tres de ellos (FV Aldea, FV Ñuble y Sol del Sur), incorporaron en sus diseños centros de almacenamiento de energía, permitiendo desplazar sus curvas de generación al aportar energía al sistema eléctrico incluso en horas cuando el recurso solar no esté presente, es decir, durante la noche.
Por otro lado, si bien la región no cuenta con ningún parque eólico hasta ahora, eso cambiará en los próximos años, pues ya han obtenido su aprobación ambiental dos proyectos (Entre Cerros y Dañicalqui), hay otros cuatro en evaluación ambiental (Culenco, Pemuco, San Carlos y Los Coihues) y otros dos en carpeta (Andino Suiza y Andino Melcahue), es decir, ocho en total, los que no solo suponen una mayor envergadura y mayor potencia de generación que los parques fotovoltaicos que se proyectan en la región, sino que también, se trata de inversiones mucho más grandes. Precisamente, en enero pasado ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la región de Ñuble el estudio de impacto ambiental (EIA) del Parque Eólico Los Coihues, en El Carmen, que será la mayor generadora de Ñuble, con una potencia de 338,4 MW, mucho más que toda la potencia instalada actual en la región, y que representará una inversión de US$470 millones, superior al embalse Nueva La Punilla (US$369 millones).
La suma de los ocho proyectos eólicos que hay en la región a la fecha, representará una inversión conjunta aproximada de US$1.710 millones, que se debiera concretar durante los próximos años.
Este boom de inversiones en la región responde, según actores del mercado, a las ventajas que ofrece la región en comparación con otras regiones donde estos proyectos ya tienen un camino recorrido y donde el valor del suelo es mayor.
Roberto Muñoz, gerente general de Andes Solar, empresa que proyecta levantar dos parques eólicos en Ñuble, destacó que “la región ofrece diversas ventajas para el desarrollo de estos parques eólicos. Cuenta con vientos que son consistentes y fuertes, lo cual es esencial para la generación eficiente de energía eólica; también, geográficamente la región cuenta con amplias zonas disponibles para la instalación de parques eólicos, como explanadas que permiten instalar las torres y los aerogeneradores con una distancia adecuada para que no se interfieran entre ellos; por otro lado, la región cuenta con una buena disponibilidad de fuerza laboral, que es un elemento que se considera al momento de evaluar la inversión”.
Sin embargo, las empresas ya están tomando nota del debate en torno a los impactos ambientales de los parques eólicos y fotovoltaicos en otras zonas del país, así como también el uso de suelo agrícola para su emplazamiento, lo que en el caso de los paneles solares constituye efectivamente una competencia con la actividad agropecuaria.