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Según el Servicio Electoral (Servel), un 49,5% de los ciudadanos y ciudadanas con derecho a sufragio en Ñuble votaron ayer en la primera jornada de las elecciones regionales y municipales (alcaldes, concejales, gobernadores regionales y consejeros regionales) que concluirán este domingo.
Tal cifra nos sitúa como la tercera región del país con mayor participación, después de O’Higgins y Maule, e igualmente, confirma que el llamado que hicieron algunos voceros de derecha, de no sufragar el sábado y hacerlo el domingo por el temor a una supuesta manipulación del voto durante el proceso de custodia de las urnas, finalmente no tuvo efecto en la opinión pública, confirmando de paso que la buena reputación y credibilidad del Servel, es uno de los pocos activos que mantiene nuestra institucionalidad política.
Asimismo, la dinámica que pudimos presenciar ayer en diferentes locales de votación, ratifica que el Servel y el Gobierno estaban en lo correcto al defender la idea de una votación en dos días. Haber concentrado en una sola jornada comicios con tal volumen de cargos, habría resultado un caos y probablemente marginado a un importante porcentaje del padrón electoral, que ahora con voto obligatorio asciende a 15.450.377 personas en todo el país y 446.936 a nivel regional.
En Ñuble hay 940 candidatos y candidatas para los cuatro cargos a elegir, lo que significó que ayer en la cámara de votación las personas se encontraran con papeletas de gran tamaño, especialmente las de concejales y consejeros regionales. De hecho, la cédula electoral para el cargo de concejal en la comuna de Chillán, con sus 85 postulantes, es la más grande en la región, con una dimensión similar a la de un diario tabloide impreso abierto (dos páginas), es decir 47 x 63 centímetros.
Esta particularidad -4 votos y dos grandes papeletas- hizo que los electores se tardaran entre 5 a 8 minutos en emitir sus votos, lo que sumado a una alta participación de personas mayores que tienen debida preferencia, causó lentitud y congestión a ciertas horas en los locales de votación, irritando a algunas personas que así lo hicieron saber en nuestras redes sociales o al comentar los sucesivos despachos informativos que realizamos en diferentes plataformas, pero finalmente quedarán en el anecdotario y aprendizaje para procesos similares. La empatía de la ciudadanía y el buen criterio de vocales y funcionarios para enfrentar esta situación es otro punto a destacar de la jornada sabatina y de nuestra cultura cívica.
De esta forma, con la energía de los nuevos votantes “motivados” por el voto obligatorio, con el efecto multiplicador por el gran número de candidatos y con la diversidad de cargos que se eligen, es muy probable que estos comicios tengan una participación histórica, lo que constituiría una noticia positiva, pues le dará una robusta legitimidad a las autoridades que administrarán los gobiernos regionales y comunales durante el próximo período de cuatro años.