Potencial exportador
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No es ningún secreto que las exportaciones son la clave del crecimiento económico futuro de Ñuble, tanto las forestales como de alimentos, por nombrar a las principales, y si bien los volúmenes muestran una positiva evolución en la última década, con un destacado desempeño de los envíos frutícolas, la región está lejos aún de aprovechar todo su potencial.
Ñuble tiene condiciones climáticas y de suelo ventajosas para convertirse en una región agroexportadora líder. Cuenta además, con una cultura agrícola, centros de enseñanza y de investigación y una variada oferta de servicios asociados. Ello ha favorecido el crecimiento explosivo del sector frutícola, que ha logrado acceder a importantes mercados del Hemisferio Norte, muchas veces sin barreras arancelarias, gracias a los numerosos acuerdos comerciales firmados por Chile. China, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Holanda, son los principales destinos de los envíos silvoagropecuarios, los que han ido incrementándose en volumen y valor gracias a la apuesta que muchos empresarios locales han hecho por la internacionalización.
Ejemplo de ese interés es el alza de 40% de la superficie frutícola en la última década. Productos como los arándanos, las frambuesas y las cerezas, entre otras frutas y hortalizas, se han convertido en las estrellas de la parrilla exportadora regional, compartiendo espacio con las semillas, las carnes, los vinos, la madera y la celulosa, lo que ha expandido las inversiones de la agroindustria para aumentar su capacidad de procesamiento.
Sin embargo, el aprovechamiento de este potencial está limitado por la deficiente infraestructura vial y de telecomunicaciones, por la alta concentración de los envíos en grandes empresas, por la escasa diversificación de la matriz exportadora que es dominada por productos de bajo valor agregado, y por la escasez de capital humano calificado.
Además, las altas exigencias de calidad, fitosanitarias y de trazabilidad en los mercados imponen desafíos cada vez mayores, donde la rapidez para adaptarse no ha sido la óptima, lo que se observa, por ejemplo, en el combate de plagas o en la introducción de nueva genética.
Por su parte, las Pymes, que podrían ser un actor relevante en segmentos como los agroprocesados, los orgánicos, los gourmet y el comercio justo, se enfrentan a problemas como el acceso a financiamiento y limitaciones para establecer canales directos de comercialización con el exterior, temas que no tendrán solución en la medida que no exista una mayor cultura asociativa.
En este contexto es que el Estado, a través de sus distintas agencias, busca apoyar a los productores con potencial exportador en toda la cadena, contribuyendo a mejorar la calidad de la producción, a agregar valor y a buscar nuevos mercados. Por ello, no es antojadizo decir que en la medida que Ñuble logre superar los problemas estructurales de su economía, muchos de los cuales son también las limitantes para su internacionalización, podrá sumar más actores al desafío de exportar y así aprovechar su gran potencial.