Estimado director:
La historia dirá que al cumplirse 50 años de lo ocurrido antes, durante y después del 11 de septiembre de 1973, una clase política, compuesta por una minoría de 436.912 ciudadanos inscritos en partidos políticos, de una población con derecho a voto de 15.173.857, y de un total de 19.493.184 ciudadanos, “arrastran” a la mayoría de los chilenos, amparados en un congreso nacional también politizado, a su propia confrontación de contingencia y partidista y no para defender los verdaderos intereses de los ciudadanos comunes y corrientes, sino para defender los intereses de su propias coaliciones, sin importar si son graves, peligrosas o violentas, y si afectan o no, la convivencia y vida en democracia del resto de la ciudadanía.
Creo que ya es tiempo que las imposiciones de esa “clase política”, que se agrava por autoridades que hoy nos gobiernan, pero que se encuentran “capturados” también por compromisos políticos por sus propias coaliciones más radicales y extremas, pase a un segundo plano y defiendan todos por una buena vez los verdaderos intereses de la ciudadanía que dicen representar, y se comprometan en planes y plazos para retomar nuestra vida en convivencia y democracia.
Nelson Suazo
