Desde hace más de una década que en Chillán se ha dicho, por parte de las autoridades, que se buscarán las fórmulas para terminar con la entrega de patentes de alcohol, entendiendo que las ya existentes superan con creces lo sugerido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y si lo anterior no era razón suficiente, hace solo unas semanas el Senda agregó un dato totalmente radiográfico: Ñuble es la región de mayor prevalencia en el consumo de alcohol de todo Chile.
Si en 2016 los permisos favorecían a 468 locales en Chillán (funcionando o no), este fin de 2019 cuenta 475 patentes en total.
Las fórmulas han pasado por la no entrega de más patentes para botillerías, las que no se otorgan desde el año 2008, y el quitarle los permisos a aquellos locatarios en cuyos establecimientos se hayan registrado tres faltas, como el no pago de las patentes o el haber sido sorprendido vendiéndole alcohol a menores de edad.
“Pero la verdad, es que más allá de los intentos por aunar criterios o formar una línea o plan conjunto de acción con Carabineros, la Gobernación o la Intendencia, al final estamos atados de manos ante la ley y pareciera que lo único que pudiésemos hacer es dar declaraciones de principios y poco más”.
Las elocuentes palabras son del concejal Joseph Careaga (UDI), presidente de la Comisión de Alcoholes de la Municipalidad de Chillán, precisamente la única entidad con facultades para quitar y otorgar patentes de en la comuna que ya suma 475 permisos otorgados, representando 175 más de los sugeridas por la OMS.
Careaga explica: “hemos dejado de dar patentes a locales de venta al por mayor de alcohol, pero no podemos negarnos a seguir entregando patentes de restoranes o pubs, ya que legalmente son ilimitadas, es decir no hay un máximo de este tipo de giros para una ciudad”.
Para sintetizar su explicación, resume diciendo que “si nos negamos a entregar una patente de restorán, es la misma Corte de Apelaciones que luego nos revoca y no hay nada más que hacer”.
No es de extrañar, entonces, que el coronel John Polanco, prefecto de Ñuble, advirtiese que “la última patente que se entregó fue apenas en noviembre”, en un contexto en el que confirmaba que “los problemas asociados a la ingesta de alcohol son uno de los más denunciados en las juntas de vecinos”.
Un nuevo intento
El último informe del Senda generó un nuevo impulso en las autoridades locales para volver a acentuar acciones contra la ingesta desmesurada de alcohol y, por consiguiente, su venta en exceso.
Lo anterior inevitablemente se asocia a las cifras de accidentes de tránsito por consumo de alcohol (37 el año pasado en los últimos 10 días del mes) y que la presencia de personas en estado de ebriedad o bebiendo alcohol en la vía pública sea una de las incivilidades más denunciadas en Chillán.
“Hay una mesa de trabajo que lidera el Senda donde hemos ido evaluando cada una de las medidas propuestas y las que han implementando para monitorear sus resultados”, apunta Alan Ibáñez, coordinador regional de Seguridad Pública.
En la mesa de trabajo se incluye a Carabineros, la Intendencia, la PDI, Seguridad Pública, a la Gobernación, Salud y al actor principal, la Municipalidad de Chillán.
Sin embargo, como insiste el concejal Careaga, hay leyes que no les juegan a favor.
“Y esto se nota en cosas tan simples como lo que nos ha pasado un par de veces con Carabineros, que nos informan sobre un local que está a menos de 100 metros de un establecimiento educacional, pero la ley pide 100 metros de puerta a puerta, y si hay un metro más, como ya nos ha pasado, no hay nada que hacer”, aclara.