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La Corte de Apelaciones de Chillán confirmó la sentencia que condenó al fisco a pagar una indemnización de $20.000.000 por concepto de daño moral, a Georgina Vera González, estudiante de la Universidad del Bío Bío a la época de los hechos, detenida en septiembre de 1973 por efectivos militares y trasladada al Regimiento de Chillán durante un día donde fue sometida a apremios ilegítimos y amenazas; posteriormente, fue objeto de persecución.
En fallo unánime (causa rol 632-2023), la Segunda Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Guillermo Arcos, Érica Pezoa y el abogado (i) Juan Pablo Ortega– confirmó la sentencia recurrida, dictada por el Segundo Juzgado Civil de Chillán.
“Atendido el mérito de los antecedentes y lo dispuesto en los artículos 186, 227 del Código de Procedimiento Civil, se confirma, la sentencia de veintiséis de agosto de dos mil veintitrés”, consigna el fallo.
La sentencia de primera instancia ratificada plantea que: “(…) conforme al artículo 63 de la Convención Americana de Derechos Humanos y principio IX de la Resolución 60/ 147 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, las víctimas de violaciones de los derechos tiene derecho a una indemnización proporcional a la gravedad de los hechos sufridos y las circunstancias del caso. Igualmente debe considerarse que según el artículo 2314 el Código Civil, el que ha infligido daño a otro es obligado a la indemnización”, consigna.
La resolución agrega que: “(…) acorde a lo anterior, y estando acreditado en autos que la actora padeció privación total de libertad por un día, tiempo durante el cual fue víctima de amenazas y obligada a presenciar malos tratos a otros miembros de su familia y terceros, y luego de ello se vio imposibilitada de continuar estudios y fue perseguida hasta 1977, fluye naturalmente que aquellas circunstancias provocaron un daño a su esfera emocional, manifestado en la trasgresión de su dignidad, la aflicción mental por el hecho de ser privada de libertad, además de la frustración de su expectativa de cursar una carrera profesional y por supuesto el peso de arrastrar por el resto de su vida un recuerdo amargo y doloroso”.