La Comisión de Investigación de la ONU sobre Ucrania concluyó en su más reciente informe que Rusia continúa perpetrando crímenes de guerra y contra la humanidad en el marco de su ofensiva militar, con un patrón de abusos prácticamente constante contra la población civil.
“El conflicto armado en Ucrania sigue teniendo un impacto devastador sobre la población civil”, advirtió el presidente de la comisión, Erik Mose, durante su exposición ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra. Según el informe, el número de víctimas civiles aumentó en un 40% durante los primeros ocho meses de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior.
El documento denuncia los “incesantes ataques” rusos contra zonas residenciales mediante armas de largo alcance, así como el uso cada vez más extendido de drones de corto alcance en el frente de combate, con el objetivo de “expandir el terror entre la población”.
Los investigadores constataron que los objetivos de los bombardeos no se limitan a fines militares. También se han registrado ataques contra instalaciones civiles, incluidos sistemas de transporte, vehículos y edificios médicos, los cuales gozan de protección bajo el Derecho Internacional Humanitario.
La comisión reiteró su preocupación por los desplazamientos forzados de población y otros abusos, subrayando que estos actos configuran crímenes de guerra y de lesa humanidad.
