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No se les puede acusar de no tomar las previsiones necesarias para evitar ser víctimas de delitos.
Los vecinos del sector de Las Tagüitas (km. 8 camino a Coihueco) han hecho todo lo que la literatura preventiva aconseja, como organizarse, crear grupos de Whatsapp, hacer las denuncias, encargar sus casas y alertar al resto cada vez que un vehículo o persona ajena ingresa al sector, que agrupa cerca de 50 casas ubicadas en parcelas de 5 mil metros cuadrados.
Muchos de ellos llegaron tras vender otras propiedades en sectores más céntricos para buscar esa tranquilidad que hoy a varios de ellos solo les resulta un espejismo.
“A mí ya me han entrado a robar tres veces, las primeras dos cuando la casa se estaba haciendo y una tercera, cuando ya vivíamos en ella”, dice José Uribe, quien escogió el sector como residencia hace tres años.
Y esas tres veces, en otros vecinos se reducen a dos, se amplían a cuatro y otros las separan en consumadas y frustradas.
Por tal razón, hay un verdadero temor en el sector, que aún no encuentra una salida.
“Lo que pasa es que si llamas a Carabineros, se demoran entre una hora y tres horas en llegar, entonces no sirve de nada, yo sencillamente con ellos no cuento”, agrega Miguel Mora, vecino que a sufrido dos robos, siendo el último la semana pasada.
“Yo tengo alarma, vidrios blindados, cámaras y un perro, pero ellos (los delincuentes) no son ladrones cualquiera, son una banda organizada y especializada. Me cortaron la luz, esperaron que se descargara la batería de las cámaras, le pegaron a mi perro con un chuzo y con el mismo chuzo rompieron mis ventanas”, relata.
Por eso añade que “cuando leo en la prensa que salen los policías a decir que los delitos bajaron, no les creo nada, no sé si alguien les cree”.
Pese a que casi todos los afectados aseguran haber hecho las denuncias correspondientes a la PDI, e incluso gracias a una cámara de un vecino se logró identificar la patente del vehículo de una de las bandas, con la detención de ellos, aseguran que “la Fiscalía tampoco nunca nos ha llamado, si pareciera que estos casos no les interesan para nada”, se quejó José Uribe.
Este vecino, quien calcula en más de un millón y medio de pesos las pérdidas a causa de los robos, agrega que “al menos de manera informal, algunos ya dicen que comprar rifles y defendernos es la única solución”.
Sectores a trasmano
Los vecinos de Las Tagüitas se han agregado a la junta de Vecinos de General Lagos, sin embargo, esperan constituir su propia unidad para poder postular a fondos de seguridad pública y adquirir cámaras, luminarias o alarmas.
“Lo que pasa es que pese a que estamos más cerca de Chillán, por sector corresponde a Coihueco, y ellos tienen súper poco contingente policial, entonces casi nunca patrullan por acá”, explica César Mass.
Mass, quien está intentando consolidar la asociatividad de los vecinos, explica que tras una reunión con Carabineros y el alcalde Carlos Chandía, hubo “unos meses en que todo anduvo más tranquilo, pero se terminaron los patrullajes y volvieron los robos”.
