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Sin el volante central Lorenzo Reyes ni el zaguero central Rafael Caroca, ambos suspendidos por acumulación de cinco tarjetas amarillas, pero con hambre de triunfo para seguir aspirando al séptimo lugar que otorga el último cupo a la Copa Sudamericana, Ñublense saldrá este martes, a las 17:30 horas, a hundir al aproblemado Cobreloa, subcolista del torneo.
Los diablos rojos lamentan la ausencia de dos piezas claves en el armado de la oncena estelar de Mario Salas, que serán reemplazadas por Carlos Labrín y Manuel Rivera. Por contrapartida, debería retornar al equipo titular el lateral izquierdo, Jovany Campusano, pero salió golpeado en el último choque con Cobresal. Otro que podría ser de la partida o ir a la banca, es el delantero Patricio Rubio, quien cumplió su fecha de castigo.
Ñublense marcha en el noveno lugar con 31 puntos y necesitar sumar o dar un golpe en Calama, para no perderle pisada a Palestino, que está séptimo con 34 y a Everton, que con el mismo puntaje asome octavo.
En Calama esperan con sabor a revancha este duelo tras el 6-0 del primer semestre que sufrió el cuadro loíno en el estadio Nelson Oyarzún Arenas y porque la rivalidad nació el 2015, cuando la dirigencia de Ñublense denunció a Cobreloa por la presencia del ayudante técnico Alejandro Hisis, en dos bancas durante un año, lo que generó el descenso por secretaría de los loínos a la Primera B, al igual que el cuadro chillanejo.
Ahora enfrentan realidades distintas. Los nortinos quieren salir de la zona de descenso y Ñublense, a costa de Cobreloa, quiere mantener viva la ilusión copera.