Señor Director:
Una fórmula simple para terminar
con la violencia que desatan los “narco
funerales” consiste en dictar una ley
simple que obligue al Estado a trasladar
el cadáver del finado desde la morgue,
directamente al cementerio más cercano
y punto.
Es de idiotas tener compasión por los
deudos de los delincuentes. La ciudadanía clama por acciones extremas. Estos
funerales solo son un show donde los
criminales nunca han mostrado respeto
por el duelo y menos por la seguridad
del vecindario.
Samuel Comte Jeria