Municipio presenta proyecto para reponer veredas de la villa Kennedy
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Los vecinos de la villa Kennedy, aún recuerdan aquel 1994, cuando para poder parchar algunos de los hoyos y desperfectos en las veredas e incluso algunas parte de la pista vehicular que estaban más maltratadas, tuvieron que “hacer bingos y vender completos porque la ayuda no llegaba de ninguna parte”, recuerda la vecina María Fernández Concha, quien añade que “más encima, no todos los vecinos querían cooperar, tampoco”.
Por eso, alberga algo más que mero entusiasmo, tras oír que esta semana el Comisión de Obras del Gobierno Regional debe pronunciarse respecto a un proyecto presentado por la Municipalidad de Chillán para arreglar doce de las principales calles de la villa, lo que junto con el recambio de luminarias led realizado recientemente, “al fin vamos a poder caminar tranquilos y sin caernos. Al menos, yo no conozco a ninguna persona de las más antiguas de este barrio que alguna vez no se haya caído por tropezarse en las veredas”.
El proyecto, supone de alrededor de $780 millones para su ejecución, y apuntan a beneficiar a más de 4.500 usuarios en el sector Kennedy.
En detalle, la reposición de las veredas alcanzan a 12 calles y pasajes, que fueron seleccionados por la cantidad de accidentes registrados, estado de las mismas y por los comentarios que algunos representantes vecinales realizaron en la etapa de participación ciudadana realizada con anterioridad.
Éstas son Chacabuco, Yungay, General Cruz, Punta Gruesa, Juan de Dios Olivares, Chorrillos, Iquique, Miraflores, Angamos, La Concepción, Aníbal Pinto y Gerónimo Michael.
El alcalde Camilo Benavente destacó que el proyecto “busca dar solución al deterioro de veredas en diversos sectores de Chillán, pero específicamente en el sector población Kennedy”.
Lo que se pretende, subrayó la autoridad “es generar una mejor conectividad en los sectores que serán intervenidos y adicionalmente reducir los riesgos para los peatones y quienes usan las vías”.
Esta propuesta municipal que requiere el apoyo del Gobierno Regional, contempla la construcción de aproximadamente 9.711 metros cuadrados de veredas en el sector y otras zonas urbanas aledañas a este barrio, con un ancho de 1.20 metros según los estándares actuales de diseño.
El director de Secpla, Carlos Araya, comentó que “esperamos obtener los recursos para que como municipalidad nosotros podamos hacer una repavimentación de todas estas veredas.
De acuerdo al proyecto se consideran veredas peatonales, accesos para vehículos residenciales o para negocios instalados en las zonas”.
Araya aclaró que “estos montos están dentro de los rangos máximos de recursos que se pueden obtener con fondos de la Circular 33, y es por esa razón que se debió priorizar sólo las 12 calles que se encontraban en peor estado. Esto sin perjuicio que, posteriormente, se pueda seguir realizando mejoras en el resto de la villa con otro tipo de proyectos”.
180 días de ejecución
En caso que la Comisión de Obras del Gore, revise y evalúe de manera positiva la propuesta municipal, y luego se consiga la aprobación del Consejo Regional, el proceso continua con la firma de un convenio que, finalmente, permite realizar un llamado a licitación (debido a lo alto de los montos requeridos), la que se publica por 30 días en el portal de Chilecompras.
“Luego, como es normal en este tipo de obras, se espera una ejecución de 180 días. Yo espero que podamos inaugurar a fines de año”.
De ejecutarse las obras, el municipio también deberá realizar un análisis fitosanitario en el barrio para determinar el estado de los árboles, puesto que hay algunos que ya se pueden considerar añosos y otros, cuyo levantamiento de las raíces ha generado la fractura y escalonados en las veredas, lo que según los vecinos, también ha sido factor de accidentes vehiculares o daños a los mismos autos.
“Hay sectores, en los que no se puede caminar. Este domingo fuimos con mi hermana a misa y ella se cayó ahí en la vereda de enfrente, porque se levanta una parte y la otra se hunde, entonces queda una para arriba y la otra para abajo. Y antes que cambiaran los focos era peor, ahí todas las noches -por lo oscuro que estaba- se caían personas”, aseguró María Fernández, quien añade que “una vez, entrando por la calle Coihueco, yo mismo me caí y me esguincé una muñeca”.