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La estrechez del sistema de transmisión eléctrica en la región de Ñuble, derivada del rezago de infraestructura de transmisión, ha obligado a que las dos principales distribuidoras de la zona -CGE y Copelec- le rechazaran factibilidad de conexión a más de 1.300 proyectos de inversión en la región, en los sectores agrícola, agroindustrial, inmobiliario e industrial, principalmente.
El diagnóstico es claro: se requieren con urgencia nuevas obras de ampliación de la transmisión, entre ellas, la ampliación de las líneas Charrúa-Chillán y Monterrico-Cocharcas, proyectos decretados por la autoridad en 2018 y 2019, pero que no se han podido concretar por falta de interés de las empresas dado que sus presupuestos referenciales, que datan de más de cinco años, no han sido reajustados. En ese contexto, las expectativas locales están cifradas en el proyecto de ley de Transición Energética, que se encuentra en su segundo trámite en el congreso y que permitirá generar los incentivos para que aborden estas obras con urgencia.
Por ello, gracias a la gestión de los diputados Frank Sauerbaum y Cristóbal Martínez, representantes de la Cámara Chilena de la Construcción Ñuble (CChC) y de CorÑuble se reunieron, en Valparaíso, con el presidente de la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, Marco Sulantay, quien será el responsable de liderar la discusión sobre el proyecto de ley.
Sebastián Godoy Bustos, presidente de la CChC Ñuble; Jorge Figueroa, consejero nacional de la CChC; y Ricardo Salman, presidente de CorÑuble, le informaron las urgencias que tiene la región en este ámbito y la importancia de acelerar la aprobación de la ley y con ello, poner en marcha los proyectos contemplados en el Plan Especial Ñuble, que incluyen una inversión en materia de transmisión eléctrica superior a los US$ 80 millones.
El presidente de la CChC Ñuble apuntó al valor de instancias como ésta, “para dar a conocer a nuestras autoridades la necesidad de mejorar el sistema eléctrico, para poder darle factibilidad a los cientos de proyectos que se encuentran detenidos, “que solo Copelec, que representa un 34% de la distribución en Ñuble, tiene 453 proyectos rechazados, con un total de 95,5 MVA solicitados”, comentó.
Además, fuentes del sector sostienen que, con la distribuidora CGE ocurre una situación similar, pues se calcula que la firma de capitales chinos ha debido rechazar, al menos, 870 proyectos. De esta forma, las dos principales distribuidoras eléctricas de la región no han podido dar factibilidad a 1.323 proyectos.
El parlamentario recibió con preocupación las cifras expuestas sobre la situación de la región y comprendió la urgencia de avanzar rápidamente en la aprobación del proyecto de ley, por lo que manifestó total disposición para poner todos los esfuerzos necesarios a fin de que la ley sea aprobada prontamente.
Sulantay informó que esta semana se ingresará formalmente el proyecto para su tramitación en la Comisión. Explicó, además, que, en la próxima sesión de la Comisión se espera la aprobación de la ley tanto en general como en particular. Posteriormente, el proyecto será remitido a la Comisión de Hacienda, donde, dada su urgencia, no debería haber retrasos. Finalmente, sería enviado al pleno de la Cámara para su aprobación, y se espera que durante octubre se convierta en ley.
Impacto económico
El déficit energético también afecta al sector inmobiliario. De acuerdo a datos de Copelec, hoy, 1.950 viviendas están en riesgo de no conectarse a la red eléctrica, afectando proyectos en San Carlos (722 viviendas) y Chillán (1.228 viviendas), sin embargo, desde la Seremi de Energía de Ñuble han declarado que la situación que enfrentan cuatro proyectos habitacionales en San Carlos estaría en vías de solución, en virtud de la insistencia de la cooperativa eléctrica ante las autoridades del sector, como el Coordinador Eléctrico Nacional y la división de transmisión de CGE.
Según Copelec, los 453 proyectos que debieron rechazar y que hoy están paralizados o ya fueron desechados, representan inversiones por US$ 250 millones en total y la creación de 10 mil empleos, que podrían haber mitigado los altos niveles de desocupación en Ñuble.
Al respecto, el presidente de CorÑuble detalló la situación económica por la que atraviesa la región, ya que “somos la región con el mayor índice de pobreza del país (12,1%), presentamos la mayor tasa de desocupación (10,8%). Con más de 25.000 desempleados, la participación de la fuerza de trabajo es de apenas el 53,6%, muy por debajo del promedio nacional, y lejos del 70% de otras regiones, adicionalmente, la tasa de ocupación en Ñuble es del 47%, cuando debería estar cercana al 67%, contamos con una muy alta informalidad laboral con más de 75.000 personas en esa condición de trabajo precario y sin protección social, por todo esto y otros muchos factores más, es realmente importante que se pueda avanzar en la Ley General de Servicios Eléctricos para poder empezar con los proyectos que son fundamentales para el crecimiento económico que Ñuble necesita”.
Salman añadió que, “el compromiso del gobierno, a través del Plan Ñuble, de avanzar en infraestructura energética está muy retrasado. Solicitamos un enfoque urgente en esta problemática, ya que sin energía no hay progreso posible. Las empresas necesitan factibilidad energética para poder operar y generar empleo”.
En ese sentido, planteó que, “esperamos que esta reunión sea el primer paso para abordar esta grave situación y que, con el apoyo de la Comisión de Energía, se implementen las soluciones necesarias para asegurar el desarrollo de Ñuble”.