Luis Rosales: “La bicicleta ha sido mi vida y realmente no sé que haría sin ella”

Luis Sergio Rosales Fuentes, histórico referente del ciclismo chillanejo, tiene 80 años y sigue arriba de su inseparable bicicleta de origen belga.
Ha sido su compañera desde la década del 60’, cuando un amigo lo invitó a correr.
“Es que es el único deporte que he practicado toda mi vida. Un amigo que competía me invitó a correr y me dijo que tenía condiciones y hasta la fecha no me he podido bajar”, cuenta don “Checho”, en el marco del Día Mundial de la Bicicleta, el medio de transporte que marcó su vida.
“Si yo no anduviera en bicicleta, ya no caminaría porque tengo artrosis y la bicicleta me hace bien para los huesos. El doctor me dijo que lo mejor que podía hacer es andar en bicicleta, hasta que me pueda equilibrar”, recalca.
Luis Rosales fue el gran consejero y formador de varios ciclistas locales. Corrió innumerables veces la tradicional prueba “Ascensión a las Termas de Chillán”.
Hace un par de años, fue la última vez que escaló con temple rumbo a la cumbre termal, transformándose en todo un ejemplo para las nuevas generaciones de pedaleros.
“Se dice que se han corrido más de 50 ascensiones, pero yo creo que ya se han corrido más de 100, porque empezó mucho tiempo atrás. Yo no corrí la Vuelta a Chile porque yo estaba ya viejo cuando arrancó, pero bueno, mi hijo Andrés corrió ocho versiones. Íbamos a la plaza a mirar y salíamos de mecánicos por ahí, arreglándole la bicicleta a los ciclistas”, revela, evocando la época de gloria del pedal criollo.
“Toda la vida me la he ganado arreglando bicicletas. Tomé como profesión la mecánica de la bicicleta”, cuenta la leyenda viviente, que comienzos de año tuvo que cerrar su taller de arreglos de bicicleta de Avenida Argentina, que mantuvo por 40 años, porque le pidieron el local.
El maestro del ciclismo de Ñuble también opina sobre el presente del ciclismo chileno. “Está medio muerto, porque ya no salen más ciclistas, serán uno o dos, pero antes había una carrera y existían unos 50 pedaleros que podían ganar y ahora no. Ahora unos tres o cuatro y el resto anda ahí no más”, cuestiona Rosales, quien sigue rodando en su bicicleta.
“Los sábados por lo general salgo a andar camino a Las Mariposas, camino a Coihueco, por Tres Esquinas, hacemos algunos recorridos”, detalla el “Señor de la Bicicleta”, que tiene cuerda para rato.
“Voy a seguir arriba de la bicicleta hasta cuando pueda equilibrarme. La bicicleta es todo, es mi vida y no sé que haría sin ella, estoy tan acostumbrado que no sé qué haría”, sentencia con los ojos vidriosos y montado sobre la que ha sido su compañera de vida.