El técnico de Ñublense, Mario Salas y el plantel de Ñublense quedaron a 90 minutos de clasificar a la final de la Copa Chile y a la fase previa de la Copa Libertadores, tras ganar el duelo de ida de la semifinal del tradicional torneo por 2-1 a Magallanes en Chillán en el estadio Nelson Oyarzún Arenas.
“Hicimos el gol y después bajamos, no tirábamos al arco, de hecho el gol del empate de ellos sale de un ataque nuestro. A pesar del dominio de Magallanes no nos llegaron mucho, pero el segundo tiempo fue casi unilateral, generamos mucho. Nos anularon dos goles, tres ocasiones claras de gol, debimos tener fácil siete ocasiones, pero nos pasó lo que nos pasó todo el año, con opciones para matar el partido y no lo hicimos, pero me quedo con el segundo tiempo porque el equipo fue intenso hasta el final tratando de ganar el partido”, analizó Salas, quien sabe que la definición será dura en San Bernardo.
“Es una llave que no está cerrada, es una diferencia mínima, pero nosotros debemos ser muy inteligentes allá, hacer el segundo tiempo que hicimos acá. Le ganamos a un equipo que le ganó los dos partidos a Unión Española, ante Colo Colo, de seis puntos sacó cuatro. Juega bien, pero vamos a ir a ganar, pero con humildad, con la actitud que tuvimos para llevarnos la victoria”.
Salas tuvo palabras para Pío Bonacci, quien ha sufrido para consolidarse en el once estelar.
“Pío lo hizo bien ante Huachipato, sin tener esta generación de jugadas, aguantó bien la pelota, hizo jugar a los jugadores que venían de frente y ahora entra y hace el gol, el mérito es de Pío que buscó su posibilidad y la aprovechó muy bien. Se está ganando la confianza y pide a gritos jugar. Sus ganas son un refresco para sus compañeros, porque predica con el ejemplo en la cancha”, comentó.
Sobre la clave de la reacción del equipo ante Magallanes contó que “siento que los jugadores cambiaron la mentalidad, y enfrentaron el segundo tiempo con más riesgo, entregándose por completo, jugando el partido como la final que era. Estuvieron a la altura del partido”.
El entrenador del Rojo reconoció que deben mejorar, aunque “la mejora tiene que ver con un tema más psicoemocional que futbolístico. Queríamos despedirnos con un triunfo del estadio Nelson Oyarzún y lo hicimos ante un gran rival. Esperamos que esta ilusión siga latente y podamos materializarla el domingo”.
Finalmente, Mario Salas no escondió la ilusión de alcanzar un objetivo histórico para el club.
“Estamos con esta ilusión y poder darle una alegría a la gente de Chillán. Estamos solo enfocados en el partido en San Bernardo, que será duro, difícil. Vamos con todas las ganas para que la gente de Chillán tenga una alegría, lo que nos motiva es eso”, detalló.
Sobre la clave para el partido de vuelta, Salas anticipó que “tenemos que llegar bien físicamente porque este equipo ha tenido un desgaste tremendo. El partido será difícil y esperamos tener la misma respuesta, ser más protagonistas del partido con una mayor posesión del balón”.
Si Ñublense gana o empata, clasificará a la final de la Copa Chile que disputaría en el Estadio Nacional ante la U. de Chile el próximo 19 de noviembre. Si pierde por una diferencia de dos goles quedará eliminado y si lo hace por un gol, habrá definición a penales.