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Llamado a Carabineros
Señor Director:
Mientras leo este diario, escucho el paso de vehículos y me llama la atención el ruido insoportable de un vehículo en la calle; lo mismo sucede todos los días, también todas las noches cuando es aún más molesto porque uno se prepara para el descanso. Cuando una sale a la calle se encuentra con todo tipo de personalizaciones en los vehículos como ellos llaman, al margen de la ley: sin patente, sin silenciador, con los vidrios obscuros y a solo centímetros del piso, corriendo sin límite de velocidad con acciones temerarias, poniendo en riesgo sus vidas y lo que es peor aún: la vida de algún inocente.
¿Cómo es posible que esto ocurra y los encargados del orden no hagan nada?, me pregunto. Si es algo que lleva años y es cada vez más común.¿Cómo la autoridad no controla esta falta a la ley de tránsito?Si sería tan simple identificar a los infractores, puesto que se perciben a cientos de metros antes de llegar al punto de control. La impunidad imperante genera la sensación de que la autoridad no existe; en la práctica, es así, dado que cada vez son más los casos que se ven cada vez que salgo a la calle.
En todo este tiempo lo que ha quedado claro en esta materia es que, si se falta a la ley, no pasa nada, la sensación que se perpetúa es que se puede transitar al margen de la ley, con absoluta impunidad. Así también, se ha relativizado el cumplimiento de otras normas de convivencia, lo que ha hecho posible robos, asesinatos y todo tipo de delitos que se ven cada día, lo que contribuye a que se continúe degradando nuestra sociedad. Carabineros:¡por favor, hagan algo!
Mauricio Ortiz Lovera