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“Las subidas y bajadas te iban comiendo las piernas, fue una carrera dura y técnica”

Entre los casi 100 “runner” chilenos que dijeron presente en la Maratón de Boston 2025, hubo un chillanejo amante del trote y la actividad física, para quien este tipo de eventos tiene un sabor especial.

Se trata del fanático del “running”, Leonardo Guajardo Pérez, quien ya suma varios km. en el cuerpo tras correr importantes maratones en Chile y a nivel mundial y quien se ha alzado como el mejor representante de Chillán en las últimas versiones de las triatlones de Valdivia y Pucón.

Es que “Leo”, como lo llaman sus amigos y quienes comparten su pasión por correr, lo plasma en sus madrugadoras jornadas de entrenamiento diario como un profesional a las 05.00 AM, y llegó a Estados Unidos con la misión de traspasar la meta con los brazos en alto para dejar su huella como lo hizo antes.

“Feliz con la carrera, Mejoré mi tiempo del 2023 y eso me pone contento. Salí a buscar los 2:55. Hasta el km. 21 iba en el tiempo que quería correr, sabiendo que la segunda parte era la más dura, pero en el km.  37,5 me vinieron calambres hasta en los brazos y tuve que parar, elongar y comer, perdí un minuto y en el km. 41 me pasó lo mismo y perdí 30 segundos a un minuto más, pero así es esto”, relató Guajardo, tras completar el trazado y pasar por Nueva York.

“Cerré el ciclo de esta temporada 2024-2025, que arrancó con la Maratón de Buenos Aires, para la que no pude entrenar durante dos meses trote por una lesión en el pie, entrené solo tres a cuatro semanas trote y me fue bien, hice 3:05. Luego volví al Triatlón. Hice el Triatlón de Valdivia, el 70.3, donde hice sub-5, que ha sido mi mejor tiempo, medio Ironman, siendo el mejor chillanejo. Luego corrí Pucón, el último lo había corrido en enero 2019, por lo que estuve feliz de volver al triatlón con un buen tiempo de 5 horas 7 y una península de ensueño considerando que lo que a mí me gusta es el trote, detalla.

Para Boston, por problemas estomacales estuvo una semana sin entrenar, “pero quedo contento, fue una carrera súper dura y técnica, las subidas y bajadas te van comiendo piernas como loco, perro hay que saber manejarlo. Feliz, volvería a correr, pero en unos 10 años más”. 

Leonardo alaba la capacidad de Boston para albergar un evento de esta envergadura. “La ciudad está preparada para un evento como este. Tú andas con tu medalla en el pecho y todos, te saludan, te felicitan como si fueras un héroe, lo que en Chile no ocurre por la cultura que tenemos. Es lo bonito que tiene esta carrera”, sentencia.

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