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Durante la versión 43 de la Feria Internacional del Libro de Santiago (Filsa), se materializó un importante reconocimiento a cuatro bibliotecarios chilenos por su destacada labor. Uno de los distinguidos por el Colegio de Bibliotecarios de Chile y la Cámara Chilena del Libro fue el chillanejo Humberto Torres Rojas, quien se desempeña desde hace 14 años como director de la Biblioteca Municipal Volodia Teitelboim.
Además de este rol de director, Humberto Torres ha sido coautor de diversas publicaciones, entre ellas el libro “100 años de la Biblioteca Municipal de Chillán: Aportando a las letras, memoria y cultura de Ñuble” y el estudio “Bibliotecas públicas de Ñuble: Un encuentro con la memoria, la identidad y el patrimonio local”. Su labor también ha sido destacada por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural de la Región de Ñuble, que en 2022 le otorgó un reconocimiento por su aporte al rescate de la historia y la memoria de las bibliotecas públicas de la región.
El director también ha tenido una formación profesional como bibliotecario, cursando diplomados en áreas de gestión cultural, gestión de bibliotecas, fomento a la lectura y literatura infantil en tiempos en que la digitalización está golpeando con fuerza a las bibliotecas con libros de papel. A días de este reconocimiento, conversó con La Discusión Domingo.
-¿Cómo tomó este reconocimiento?
-Siempre es reconfortante cuando se reconoce el trabajo que realizamos, especialmente si viene de entidades como la Cámara Chilena del Libro y el Colegio de Bibliotecarios de Chile. Este premio no solo refleja el esfuerzo y la dedicación de un equipo, sino que también valida todo lo que hemos venido construyendo a lo largo del tiempo. No obstante, lo más importante es que este reconocimiento está ligado a la expansión de los servicios que ofrecemos a la comunidad de Chillán.
-Son tiempos difíciles para las bibliotecas, debido a la irrupción de las nuevas tecnologías. ¿Cuál es la clave para que la de Chillán continúe convocando a las personas?
-Hemos logrado la formación de diversas agrupaciones culturales al interior de la biblioteca, como club de adultos mayores, grupo de amigos de la biblioteca, club de lectura, talleres literarios, taller de ajedrez, entre otros. Esto ha permitido que personas de diferentes edades y contextos se conecten entre sí y a su vez con la biblioteca. Esto fomenta la participación activa y fortalece los lazos comunitarios. Es una gran satisfacción ver cómo los ciudadanos se apropiaron de estos espacios, los cuales se han transformado en puntos de encuentro y desarrollo personal.
-¿Cuál es el rol de la biblioteca pública en estos tiempos?
-Además de ser espacios dedicados a la lectura y la cultura, se han consolidado como lugares clave para la sociabilización. Son puntos de encuentro donde las personas pueden interactuar, compartir experiencias y participar en actividades comunitarias. Las bibliotecas públicas fomentan la creación de redes sociales, el intercambio de ideas y el fortalecimiento de la identidad local, convirtiéndose en un verdadero centro de integración social.
-Usted también lideró hace poco el trabajo de crear el Archivo Fotográfico Digital de la Biblioteca Municipal ¿Cómo ha sido ese proceso?
-Su objetivo es recopilar, conservar y difundir imágenes provenientes de los álbumes fotográficos de las familias de Chillán y Ñuble. Este proyecto ha contribuido a generar una memoria visual de Chillán y la región, permitiendo preservar parte de su historia y patrimonio. Además, se ha desarrollado un trabajo colaborativo con otras bibliotecas públicas de la región, con instituciones de educación superior como la Universidad Adventista de Chile y Servicio País, lo que constituye una experiencia inédita que, hasta ahora, no se ha implementado en otras regiones del país.
-¿Cuáles son los planes para la Biblioteca de Chillán?
-Uno de los principales objetivos es ampliar los espacios de la Biblioteca Municipal mediante la construcción de nuevas instalaciones, ya que en su ubicación actual se dispone del espacio necesario. Esta ampliación permitiría no solo aumentar la capacidad de atención a los usuarios, sino también ofrecer áreas más amplias y modernas para actividades culturales, educativas y de encuentro comunitario. La expansión de la infraestructura es clave para seguir creciendo como un referente en la región, brindando un mejor servicio y contribuyendo al desarrollo de la comunidad. Cabe destacar que, en 2019, la biblioteca registró aproximadamente 68 mil visitas al año, lo que evidencia el gran interés y la necesidad de ampliar nuestros servicios para satisfacer la creciente demanda de la comunidad.