Jorge Ortiz confiesa que a los 50 años cambió el chip. Pesaba cien kilos, llevaba una vida sedentaria y prácticamente no se movía. Eso, hasta que conoció el deporte.
Hoy, con casi 60 años, asombra su condición física y vitalidad. Pesa 72 kilos y acaba de coronarse campeón nacional de mountainbike cross country XCM en Pucón, corriendo en la categoría C2 con competidores de 55 a 59 años.
Antes lideró el certamen “Rey de Ñuble”, ganó varias carreras en la zona y ahora se prepara para un desafío mayor: El Challenge de Atacama Panamericano de Mountain Bike – Cross Country Maratón o XCM Atacama Challenger 2020, evento ciclístico internacional que congregará en abril del 2020 a los mejores del continente.
Su antesala, en todo caso, serán los triatlones de Quillón y Coihueco, el Ironman de Pucón la segunda semana de enero y el Xterra clasificatorio para el Mundial de Hawai.
En el nombre de mi amigo
El deportista senior chillanejo cuenta que para ganar en Pucón contó con una ayuda divina.
En los días previos tuvo que enterrar a uno de sus grandes amigos, Jonathan Vásquez, también mountainbiker, quien falleció a raíz de un tumor cerebral. Entonces, le juró en la tumba que correría por él .
“Me preparé tres meses para poder llegar en buen nivel. Me tenía fe, tuve ayuda divina porque dije que le iba a dedicar esta carrera. Hubo un momento que no tenía fuerzas en una carrera durísima y levanté las manos, le dije vas a tener que hacer la pega amigo y después del km . 30 me fui con todo para adelante”, relata.
Para enfrentar los triatlones de Quillón y Coihueco, mantendrá la disciplina de sus entrenamientos.
“Entreno toda la semana. Con el couch de atletismo (Sergio Pereira), tengo programas, veo el calendario y de acuerdo a eso enfocamos el entrenamiento. Nado aproximadamente tres veces a la semana (lunes, miércoles y viernes), cerca de 2 mil metros en la mañana. En la bicicleta necesito más tiempo de preparación porque las salidas son de tres horas a cuatro horas. Ahí entreno con un grupo de amigos triatletas, entrenamos juntos. Hago mountainbike todas las semanas en los cerros, con 80 a 100 kms . ”, grafica.
Su alimentación también es clave. Dice que se cuida, pero come de todo y harto, “porque el desgaste energético en las competencias es tremendo, y si no comiera bastante, me faltarían fuerzas”.
Jorge revela que casi todo el financiamiento para su carrera sale de su bolsillo. Recibe ayuda en indumentaria de EasyBike, marca por la que corre mountainbike. El Club TriÑuble, lo acoge como triatleta, es runner del Club Chillán Runners y la natación la práctica bajo el alero del Club AquaMaster.
Su mérito es mayor porque solo hace cuatro años ingresó al mundo del mountainbike y ya es referente local y nacional en la serie master.
“Me gusta por lo dinámico de los paisajes que salen , son maravillosos, lo que no se ve en la bicicleta rutera. Ahora espero llegar lo más alto en el Atacama Challenger, son tres días corriendo, el ox í g eno falla con mucha altimetría, es internacional y viene gente de afuera”.
Ortiz confiesa que se arrepiente no haber conocido más joven el deporte.
“Me arrepiento de no comenzar antes, pero n unca es tarde. Hubiese llegado lejos si hubiese arrancado antes , porque hay que tener condiciones naturales que yo tenía, porque no se llega arriba solo entrenando duro”, cuenta quien es un ejemplo para los más jóvenes y s u familia.
“Están orgullosos, me felicitan y me gusta motivar y la juventud se refleja en uno. Mi amigo empezó a hacer deporte y me ten í a como su referente. Nunca se dio por vencido a pesar de su enfermedad. Es mi fuente de inspiración, siempre me va a acompañar”.
Su mensaje para los jóvenes sedentarios es certero: “ Y o lo viví y no hay nada mejor que el deporte. Hay que motivarse en cualquier deporte, es lo más lindo, se gana vida y salud. Yo pasé por esa etapa, pero mi cuerpo está sano y los chequeos de los médicos dicen que mi corazón funciona como un niño de 15 años, no es fácil verlo a esta edad. Mi hijo menor de 12 años ya sigue mis pasos y se abre paso en el triatlón”, sentencia.