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La espera por la Circunvalación Oriente

A inicios de este 2025 existía la expectativa de que finalmente se pudiera licitar el proyecto Circunvalación Chillán, también llamada Circunvalación Oriente Chillán, obra vial que tendrá 24,3 kilómetros de longitud y que bordeará la ciudad por el oriente, desde la Variante Nahueltoro, frente al casino Marina del Sol en el acceso norte, hasta la avenida Bernardo O’Higgins, a metros del acceso sur en Chillán Viejo. Sin embargo, al acercarse el final del año es evidente que las expectativas no se cumplieron.

A mediados de 2024, el MOP anunciaba que la iniciativa comenzaría su ejecución en 2025, con las primeras expropiaciones y el llamado a licitación para su construcción, y la destacaba entre los principales proyectos de la cartera en la región, sin embargo, existían dudas respecto al cumplimiento de los plazos comprometidos, dado que es una obra esperada por largo tiempo que ha enfrentado tropiezos y también el desinterés de las autoridades, pues fue en la actual administración que se resolvió reactivarlo.

De hecho, recién este año se terminó el diseño de ingeniería del proyecto, el cual debía estar concluido en 2023, pero que se retrasó debido a la aprobación de las estructuras, principalmente puentes y enlaces. Paralelamente, el MOP debió ingresar dos veces una consulta de pertinencia al SEA, debido al eventual impacto de las obras en cauces y humedales, aunque finalmente el organismo resolvió que el proyecto no debía someterse a evaluación ambiental.

Aún falta que el Ministerio de Desarrollo Social entregue la recomendación satisfactoria (RS) al proyecto, lo que dará inicio al proceso expropiatorio. La licitación de la construcción y el inicio de las obras, en tanto, dependerá del avance de las expropiaciones, por lo que desde el MOP estiman que ello ocurrirá en 2026.

Sin embargo, tampoco hay certezas sobre esos plazos y dada la estrechez fiscal y el cambio de gobierno, la decisión corresponderá a la próxima administración.

Debido a la envergadura del proyecto, cuya inversión superará los $105 mil millones, y el impacto que significará su construcción, se licitará en tres etapas: la primera, desde el empalme con la Ruta 5 (acceso norte) hasta el cruce con el Camino a Coihueco; la segunda, hasta el cruce con el Camino a Pinto; y la tercera, hasta cruce con la Ruta 5 (acceso sur). Se estima que su construcción tardará siete años.

Será una obra que impactará positivamente la calidad de vida de los habitantes de la intercomuna, al desviar flujos hacia y desde el oriente, evitando su ingreso a la ciudad, lo que contribuirá a descongestionar arterias estructurantes. Asimismo, beneficiará a quienes se trasladan hacia alguna comuna cordillerana, al ver reducidos sus tiempos de desplazamiento. Conectará de manera expedita la Ruta 5 con comunas del oriente, recogiendo los flujos de carga y de turistas, evitando, por ejemplo, que quienes se dirigen a Las Trancas deban atravesar Chillán. Un beneficio no menor es que también absorberá el tránsito de camiones que actualmente son un factor de la congestión en la comuna.

Como todo proyecto vial de alto impacto, la participación ciudadana será fundamental, pero también será clave la voluntad política de las autoridades locales y del nivel central para agilizar la aprobación de los recursos, una voluntad que podría hacer la diferencia entre esperar años por su concreción, como ha ocurrido con otros proyectos de adelanto, o llamar a licitación en 2026.

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