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El pasado 5 de abril falleció la primera persona en situación de calle este año en Chillán. Paradojalmente, al día siguiente fue lanzado a nivel local el Programa Calle 2019 de la Seremi de Desarrollo Social y el Hogar de Cristo.
Esta última entidad afirma que hay más de 220 personas durmiendo a la intemperie en la Región de Ñuble, visualizando una realidad colmada de desigualdades y falta de oportunidades.
Apoyo a realidad de la calle
La seremi de Desarrollo Social, Doris Osses, lamentó en su oportunidad (el día que fue lanzado el Programa Calle en el Hogar de Cristo, el 6 de abril) el deceso de José Franklin Gutiérrez: “era un hombre muy bien educado, con quien tuvimos oportunidad de compartir durante la implementación del Código Azul en 2018”, recordó la autoridad regional.“Él utilizó por última vez la Hospedería Noche Digna, en el periodo de marzo de 2018, trasladado por personal del Programa Vínculos de la comuna de Coelemu”, precisó.
“Sabemos que con anterioridad, había estado en el psiquiátrico de Santiago y a su regreso habría comenzado a deambular por las calles”, detalló. “Era un hombre que tenía familia en Chillán, quienes finalmente le dieron sepultura ese fin de semana. Lamentamos mucho este tipo de situaciones”, expresó la autoridad.
La unidad ministerial precisó por escrito que posee dos macro programas específicos para las personas que se encuentran en situación de calle.
Por una parte, existe el Programa Noche Digna, que funciona en base a dos componentes, que son el Plan Invierno y centros temporales para la superación, y el Programa Calle, que brinda acompañamiento psicosocial y socio laboral durante un periodo de dos años a estas personas ayudándoles a mejorar su condición.
El programa Noche Digna centra su propósito en las personas que viven en situación de calle, de 18 años y más, quienes pueden acceder a servicios sociales básicos orientados a brindarles protección y oportunidades para la superación de su situación.
El Plan Invierno brinda, de manera transitoria y en época de bajas temperaturas, alternativas de hospedaje y de atención básica en la vía pública a personas en situación de calle, a objeto de mitigar los efectos negativos que tienen para la salud de las personas el dormir a la intemperie, sin los resguardos necesarios para hacer frente a las precipitaciones y el frío.
Los centros temporales para la superación tienen por objetivo mejorar el acceso de personas en situación de calle a alojamiento temporal y servicios básicos, conectándose mediante dispositivos con la red de protección social.
Ofrecen servicios de alimentación, servicios básicos (baños, duchas y lavado de ropa) y alojamiento.
En 2018 se implementó por primera vez en Chile el Plan Código Azul, el cual opera cuando las condiciones climáticas son extremas (temperaturas bajo cero) poniendo en riesgo la vida de quienes viven en situación de calle.Supone la entrega de tres tipos de servicios adicionales a la red de albergues y operativos móviles que operan durante el invierno.
Chillán fue la primera comuna en activar el Código Azul en 2018, implementando un refugio en el Gimnasio Casa del Deporte.
Desde el Servicio de Salud de Ñuble señalaro que “desde hace dos años, el Servicio de Salud Ñuble realiza la ruta médica calle que permite brindar atención de salud a quienes más lo necesitan durante el invierno”.
De acuerdo al servicio,“la iniciativa es parte del Programa Noche Digna del Ministerio de Desarrollo Social y busca entregar una primera atención ambulatoria a las personas en situación de calle. Para ello, recorren los denominados ‘puntos calle’ que son zonas donde habitualmente viven o pernoctan estas personas y también los albergues y hospederías”, puntualizaron.
El equipo clínico está integrado por un médico, una técnico paramédico, enfermera y asistente social, quienes atienden a hombres y mujeres, desde niños hasta adultos mayores.
“Estos profesionales realizan atenciones básicas de salud en terreno, como primeros auxilios, curación de heridas, control de signos vitales, nebulizaciones e indicación de medicamentos. Dependiendo de la condición de salud de la persona, pueden coordinar el traslado al SAPU, SAR o a la Unidad de Emergencia de algún recinto hospitalario”, determinó el servicio.
Derechos humanos vulnerados
Héctor Higuera Fuentes, jefe de Operación Social Territorial del Hogar de Cristo en la Región de Ñuble, señaló que “en relación a lo que muchas veces hemos dicho como Fundación Hogar de Cristo, nacer, crecer y morir en pobreza, es una vulneración profunda a los derechos humanos”, sostuvo.”Necesitamos que las personas tengan el ejercicio propio de satisfacer sus necesidades básicas y en el caso específico de las personas con las que tratamos, en situación de calle, hay necesidades que no son abordadas”, afirmó.
“Hay derechos humanos que no son abordados por, en este caso, el Estado regulador”, señaló, “por eso decimos, lo que vivió don José, entre sus desigualdades”, expuso, “y como a él, hay muchos que les toca, lamentablemente, vivir esa realidad, es lo que queremos visibilizar y dar a conocer”, enunció.
“Este daño que causa la pobreza, la pobreza duele, la pobreza daña, la pobreza mata y coarta las posibilidades de desarrollo de las personas”, observó.
Higuera ejemplifico que “como país estamos adheridos a los derechos humanos, pero hay derechos fundamentales que adherimos”, expresó, “que una persona de la calle sencillamente no tiene”, aseguró, “básico como la salud, son postergados, quedan afuera porque no los van a atender, porque no vienen en las condiciones que debiera tener”, ilustró, “insisto en que esa no es la misión del servicio público, o del hospital, pero es lo que sucede en la práctica, depende de la voluntad de quien lo atienda”, lamentó, “en realidad, son las desigualdades que sufren las personas en situación de calle”, expresó.
Héctor reflexionó: “también saber que una persona que está viviendo en situación de calle, de una manera tan extrema”, expuso, “debiera tener los mismos derechos y a lo mejor más derechos que los que nosotros tenemos”, aseveró, “porque tenemos oportunidades que ellos no han tenido”, concluyó.
“Son cifras que demuestran realidades de personas, historias de personas”, señaló Higuera.“El tema es cómo nos hacemos cargo como Estado de poder trabajar con este tipo de personas”, insistió, “de acompañarlas para que tengamos un Estado igualitario, con oportunidades para todas las personas, con los derechos humanos solventados para todos y no diferenciados según la condición económica”, anheló, “y no depende de sólo una persona”, enfatizó, “dar a conocer realidades, de las que debemos todos hacernos cargo, para que la muerte de una persona en situación de calle no pase en vano en realidad”, manifestó.