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Irán desmintió este sábado que unas instalaciones petroleras suyas hubieran sido objeto de un ciberataque, como indicaron unas supuestas informaciones, después de que se detectaran problemas de conexión en las plataformas en línea de ese sector.
“Al contrario de lo que dicen los medios occidentales, unas investigaciones que se llevaron a cabo hoy muestran que no se perpetró ningún ciberataque exitoso contra instalaciones petroleras u otras infraestructuras cruciales”, indicó la oficina de ciberseguridad del Gobierno, sin precisar a qué informaciones se refería.
NetBlocks, un grupo de defensa de derechos en Internet, tuiteó el sábado que “unos datos muestras perturbaciones intermitentes de la conexión de internet en #Irán”.
Pero el grupo matizó que no se conocía la causa de esas perturbaciones y que su impacto era limitado, pues solo alcanzaba a algunas “plataformas en línea industriales o del gobierno” y a algunos proveedores de Internet.
“Los datos concuerdan con un ciberataque o con un incidente técnico imprevisto en las redes afectadas, más que un corte intencionado o un incidente de cierre”, según la misma fuente.
Con todo, el ministro iraní de Telecomunicaciones, Mohammad Javad Azari Jahromi, admitió que Irán se había “enfrentado al ciberterrorismo, como con Stuxnet”, el famoso virus estadounidense-israelí introducido en 2010 en un ordenador del complejo nuclear iraní, y que comportó fallas importantes en un parque de centrifugadoras para enriquecer uranio.