Invertir en longevidad

Señor Director:
Chile se encamina a ser uno de los países más envejecidos de la región, y lo que hoy parece un desafío previsional o sanitario puede transformarse en un motor de desarrollo si el próximo gobierno asume una mirada estratégica. El envejecimiento no es solo un fenómeno demográfico, es también una oportunidad económica y social.
El Estado debe asumir un rol articulador entre salud, trabajo, educación y tecnología, impulsando políticas que fomenten empleo y aprendizaje continuo para mayores de 50 años, incentivos a la contratación y programas de reconversión laboral. Experiencias como las de Singapur demuestran que mantener activos a los seniors fortalece la productividad y evita su aislamiento.
La economía plateada, que hoy lidera el crecimiento global, abre oportunidades en sectores como salud y teleasistencia, tecnología social, formación digital, empleo flexible y turismo adaptado. En Chile, el 24% de las ventas del último cyber provino de mayores de 55 años, reflejando una generación más digital, con recursos y tiempo para consumir.
Para potenciar este ecosistema se requieren incentivos tributarios, fondos de coinversión y programas de empleo 50+ que articulen al sector público y privado. Con una estrategia de envejecimiento activo e innovación social, Chile puede convertir su transición demográfica en una ventaja competitiva y liderar en Latinoamérica el desarrollo de la economía plateada.
La pregunta es si el próximo gobierno será capaz de ver en el envejecimiento una oportunidad y no una carga. Porque quienes hoy cumplen 50 o 60 años no representan el cierre de un ciclo, sino el inicio de una nueva etapa productiva que puede definir el futuro económico y social del país.
Michelle Schnitzer
CEO de BondUP.