Los investigadores del Departamento de Geofísica Aldo Montecinos, Héctor Sepúlveda y Daniel Veloso-Águila, participaron de un trabajo desarrollado en conjunto con académicos de la Universidad de Chile para estudiar las causas de la megasequía que afecta desde 2010 a la zona central de Chile, donde habita el 70% de la población del país.
Esta sequía, la más larga de la historia desde que se llevan registros, abarca la zona comprendida entre las ciudades de La Ligua y Temuco, aproximadamente.
El estudio encontró una nueva causa para explicar la falta de lluvia en la zona: se trata de una anomalía de la temperatura superficial del mar en una zona del Pacífico subtropical, cercana a Nueva Zelanda, que tiene la capacidad de afectar a la atmósfera, produciendo alteraciones en la circulación del viento, lo que no permite que los sistemas frontales pasen por la zona central del país.
El calentamiento superficial de esa zona del Pacífico produce un rango de alta presión frente al centro de Chile y una de baja presión hacia el sur. Este efecto tiene la capacidad de “trasladar” las precipitaciones hacia este último territorio.
“Uno de los objetivos del proyecto era determinar las causas de la megasequía y también estudiar el evento de El Niño del año 2015, que si bien fue muy intenso, estuvo por debajo de lo esperado en el nivel de precipitaciones. Ahora entendemos que no trajo más precipitaciones por estas anomalías de la temperatura superficial del mar. Se trata de un nuevo jugador a la hora de comprender las fluctuaciones de la precipitación del Chile Central”, explicó Aldo Montecinos, uno de los coautores del estudio, que se publicó en la revista International Journal of Climatology.
El investigador comentó que, hasta ahora, no existían investigaciones que pudieran probar que la temperatura superficial del mar fuera una causa relevante para las sequías. “A través de la modelación numérica, se hicieron experimentos para estar seguros de que ésta era una razón que contribuye a la megasequía y comprobamos que contribuye bastante. La pregunta que no está resuelta es por qué esas anomalías están posicionadas en esa región y eso es parte de lo que estamos estudiando”, comentó.
Cambio climático
Aunque todavía no hay una respuesta, el investigador señaló que siempre se habla de dos grandes causas para estos fenómenos: las de origen natural y las provocadas por los seres humanos.
Otro factor que entra en juego, sobre todo a la hora de proyectar qué puede ocurrir en el futuro con las sequías, es el cambio climático. Al respecto, señaló que, aunque no se pueden hacer predicciones totalmente certeras, lo más probable es que “estos eventos largos de sequía sean más frecuentes. A eso nos tenemos que enfrentar como país y es el tema de la COP25 para Chile, cómo enfrentaremos esta menor disponibilidad del agua”.
Si bien esta década de sequía no ha llegado a los niveles de los años más secos de los que se tiene registro -1968 y 1998-, sí se trata de la más larga hasta hoy, una proyección que los expertos en cambio climático ya habían hecho respecto a estos fenómenos. “Desde el punto de vista de la megasequía, lo que nos sorprende es que haya llegado tan luego. En teoría, esperábamos que estas ocurrieran durante la segunda mitad del siglo 21”. Por lo mismo, aunque Montecinos señala que es probable que este fenómeno se revierta, también es muy probable que vuelva a ocurrir.
Las proyecciones para Chile señalan que el déficit hídrico por cambio climático será de entre 5% y 20%, siendo esta última cifra la del escenario más catastrófico. Hoy, según la Dirección Meteorológica de Chile, el déficit de agua caída para la ciudad de Santiago es de un 70% respecto a un año normal y para Chillán es de un 32%.