Hospital de Chillán fortalece seguimiento kinésico a bebés prematuros
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El Programa comienza luego del alta de la Unidad de Neonatología de las niñas y niños que nacieron antes de las 37 semanas de gestación, para ser evaluados de forma periódica y comprobar un desarrollo armónico y acorde a su edad.
Matías y Bruno Sandoval son dos bebés usuarios del Policlínico de Seguimiento kinésico para recién nacidos prematuros del Hospital Clínico Herminda Martín, cuyo propósito es contribuir a la rehabilitación sensorial y motora de los pequeños que presenten alguna alteración sensorio-motriz o bien un retraso del desarrollo psicomotor.
Estos pequeños nacieron hace ya más de un año en el establecimiento, con 34 semanas de gestación, estuvieron hospitalizados en la Unidad de Neonatología por su prematurez y posteriormente siguieron con sus controles médicos en el Centro Ambulatorio de Especialidades.
Claudia Sandoval, la mamá de los gemelos cuenta que en diciembre de 2023 sus hijos fueron parte de los 11 niños y niñas que ingresaron a este nuevo policlínico de seguimiento. “Junto a mi marido, hemos evidenciado el gran avance que han tenido, pues sin la terapia, ellos seguirían siendo guaguas de seis meses. Han crecido mucho gracias al policlínico, porque cuando llegaron eran bebés que si bien podían estar de espaldas y levantaban su cabecita, no podían sentarse, pero ahora, luego de más de un mes de sesiones, Matías se está poniendo de pie y Bruno mantiene la estabilidad sentado”.
Carla Valenzuela, kinesióloga del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación y encargada del programa, explica que en el caso de los niños y niñas nacidos de forma prematura “es posible ver en el período de lactantes, que hasta un 60% de ellos presenta alteraciones en el tono muscular –que es la energía potencial de un músculo, relacionada con la movilidad voluntaria y la postura- que se revierten con una intervención kinésica precoz”.
Valenzuela explica que la idea es apoyar el proceso de crecimiento y desarrollo de las niñas y niños prematuros, dentro de su entorno familiar. “Ellos asisten una vez a la semana y además, los padres llevan a casa una serie de ejercicios que pueden practicar de forma segura, previniendo ocasionar alguna lesión y gracias a ello, fortalecemos su sistema motriz con mayor rapidez”.
De ahí la relevancia, del policlínico que permite pesquisar de forma oportuna algún factor de riesgo para indicar intervenciones terapéuticas, tales como la estimulación temprana, rehabilitación neurológica y educación a los padres.
El control del prematuro se realiza desde el primer mes hasta el año y medio de edad, instancia donde se realizan evaluaciones y se pesquisa el ingreso al Programa de Rehabilitación. “El objetivo es que nuestros usuarios puedan alcanzar hitos motores acordes a su edad, por ejemplo mantenerse sentado sin apoyo desde los seis meses o caminar desde el año hasta los 18 meses además de lograr una mejor funcionalidad en las actividades cotidianas”, sostiene Valenzuela.