Luego de las protestas que han surgido en Bolivia tras las cuestionadas elecciones presidenciales, varias agrupaciones cívicas se reunieron en la ciudad de Santa Cruz la noche del sábado 2 de noviembre y exigieron la renuncia de Evo Morales en un plazo de 48 horas.
El líder regional Luis Fernando Camacho lanzó el ultimátum a Morales. “Tiene 48 horas para renunciar, porque el lunes a las siete de la noche aquí mismo vamos a tomar determinaciones y vamos a garantizar de que él se vaya”, declaró en un tono desafiantemente.
Camacho además leyó una carta dirigida a los jefes de las Fuerzas Armadas, a quienes exhortó a “estar al lado del pueblo” en esta crisis política.
“Vamos a ser respetuosos del informe de la OEA”, dijo Morales luego de que se conociera la renuncia del jefe de la misión de la OEA que audita las elecciones, el mexicano Arturo Espinosa, para favorecer la “imparcialidad”, tras admitir que había publicado artículos críticos sobre el mandatario boliviano.
Por su parte la oposición está en contra de esta auditoría, ya que sería según ellos una “maniobra distraccionista para mantener a Morales en el poder”.
Las jornadas de protesta en Bolivia comenzaron luego de que Morales consiguiera un cuarto mandato con el 47,08% de los votos, seguido por un 36,51% de su opositor, el expresidente Carlos Mesa.
Los resultados parciales luego de la elección predecían una segunda vuelta entre Evo Morales y Mesa, pero luego de un “silencio en el conteo”, el Tribunal Supremo Electoral confirmó el triunfo de Morales por un mandato que se extendería hasta 2025.