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Durante esta jornada fueron formalizados en el Juzgado de Garantía de Chillán, Guillermo Egaña Townsend y de Rádex Fierro Calquín, quienes, de acuerdo a la investigación del Ministerio Público, forman parte de una banda dedicada al robo de locales de juegos de azar, propiedad de ciudadanos chinos, en varias ciudades del centro y sur del país, entre ellas Chillán y San Carlos.
El fiscal Álvaro Serrano detalló que investigan nueve casos asociados a la organización delictual, de la cual siete integrantes han sido detenidos y formalizados.
“Es una banda de varias personas, de hecho hay dos con órdenes de detención pendiente y se están investigando a otras personas como partícipes de estos hechos. Cometieron delitos de robo con intimidación y robo con violencia desde Santiago, Puente Alto, San Bernardo hasta Osorno, pasando por Linares, San Carlos y Chillán. Hoy se formalizan a dos más de ellos, uno que tenía participación en al menos tres hechos y otro que participó en un solo hecho”, detalló.
En la audiencia, la fiscalía pidió la prisión preventiva para Egaña Townsend, medida que fue acogida por el juez. El hombre habría participado en tres de los hechos.
“Pedimos la prisión preventiva ya que estimamos es un peligro para la sociedad y para los ciudadanos chinos de estos casinos, es decir para las víctimas, porque actuaron con inusitada violencia, con elementos con características de armas de fuego, maniataron a la gente”, agregó el persecutor.
En tanto, el imputado Fierro Calquín quedó con la medida cautelar de arresto domiciliario. Solo habría actuado en un de los robos y no tenía antecedentes policiales previos.
Esta investigación se inició a fines de 2018 y el trabajo de análisis criminal de la Fiscalía fue descubriendo las relaciones que tenían diversas personas en estos delitos. Por ejemplo, mismo modus operandis y nombres que se iban repitiendo. Se despacharon órdenes de investigar y se fueron identificando a cada uno de los partícipes.
La investigación abarca hechos delictivos ocurridos desde mayo de 2018 a abril de este año y en todos se repite un mismo patrón: uno, o algunos, de los integrantes del grupo criminal ingresa al negocio y se hace pasar por un cliente. Incluso en uno de los casos, uno de los miembros cambió dinero al dueño del local para jugar en las máquinas. Luego de un rato ingresa el resto de la banda. Los imputados intimidan y violentan a los propietarios, sus dependientes e, incluso, a clientes, en el caso en que hay.
Los detenidos se aprovechaban de las limitaciones idiomáticas de las víctimas y del hecho que son reacias a participar en el sistema de persecución penal. Y, además, apuntaban a estos negocios, porque por un tema cultural sus dueños manejan el dinero en efectivo.