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Cuando Emilia Troncoso tenía cuatro años un proyectil balístico ingresó en su cuerpo, dañando su columna y parte de su hígado. Producto del mismo también perdió su riñón derecho. La bala la impactó mientras jugaba con su hermano menor en su casa ubicada en la población Vicente Pérez. Emilia estuvo ocho días en la UCI del hospital de Chillán y tras ser dada de alta ingresó al centro de Teletón, ubicado en San Pedro de La Paz, donde asiste, a la fecha, a su proceso de rehabilitación.
“Mi nieta tuvo un accidente por eso está en silla de ruedas, ella recibió un impacto balístico. Saltó una bala directo al antejardín, de gente que andaban peleando en la calle y desde ahí que mi nieta vive conmigo más que nada por el espacio, porque mi casa es más grande para que ella se pueda desplazar, pero mi hija, quien tiene otro hijo, vive cerca y la visita todos los días. (…) Fue terrible. Aún no asimilamos lo que pasó. Era una niña que corría, jugaba y de un día para otro quedó en silla de ruedas”, recuerda su abuela Emilia Molina.
Sus abuelos son quienes trasladan a Emilia hasta el centro Teletón de la región de Biobío, mientras su hija cuida a su otro nieto, de 3 años. El proceso ha sido significativo, ya que la niña está ejercitando su cuerpo a través de la Lokomat. En términos técnicos, se trata de una máquina que simula una marcha normal en pacientes que no pueden caminar, y lo hace estimulando al cerebro a través de repeticiones constantes, recordándole al cerebro cómo se realiza la marcha y estimulando los músculos que, por sí solos, no pueden trabajar. En definitiva, permite evitar un eventual deterioro de músculos y articulaciones debido a la falta de movimiento.
“Es muy difícil llegar. Nosotros gastamos 50 mil pesos diarios para la bencina del auto, peajes y juguito. Hay veces que nos dan 10 días, porque la están subiendo al lokomat, que es una máquina para que ella pueda estirar sus piernas y caminar. Entonces, hay que ir a terapias seguidas en el año. No tenemos ayuda de nada, nosotros tenemos que costear los gastos. Mi marido es pensionado, pero yo hago completos y churrascos. Cualquier cosa para poder llevar a mi nieta, para nosotros es muy difícil”, comentó.
Su familia se manifiesta feliz por los progresos alcanzado por la niña, quien hoy tiene 10 años y es estudiante de tercero básico en el Colegio El Tejar.
“Ha sido muy buena la terapia. Le ponen unas canaletas en las piernas y yo la pongo en un carrito y ella da pacitos. Mueve y levanta su piernecita. Ella no siente desde la rodilla hacia abajo, pero hacia arriba si siente. Tengo que hacerle cateterismo cada cuatro horas para vaciar su orina, tengo que ir al colegio para eso. Pero su avance ha sido mucho. Ella es una niña más contenta, le gusta mucho estudiar. Saca súper buenas notas, 6,8 6,9 y 7,0. Estoy muy agradecida con la Teletón, porque nos ha ayudado mucho en su recuperación”, expresó Emilia.
En el marco de la ceremonia de la primera piedra del nuevo centro de rehabilitación que se construirá en Chillán, en los ex terrenos del Grupo Escolar en avenida Argentina, Emilia junto a su nieta fueron parte de las familias invitadas a este hito. Al igual que el resto de los beneficiados, la chillaneja destacó la conveniencia y la comodidad que representa para las familias ñublensina la llegada de la Teletón a la capital regional.
“Para mi es muy importante que la Teletón llegué aquí. Estamos feliz, porque será un súper ahorro, porque imagínese de aquí puedo ir hasta pie. Nosotros la hemos llevado en bus también a Concepción y hemos gastado casi lo mismo en vehículo particular, porque después del Terminal he tenido que gastar 10 mil pesos en un Didi para llegar a San Pedro de la Paz, de vuelta lo mismo. El agotamiento que sufre ella y su falta a clases por ir a la Teletón, aunque es todo justificado, pero igual debe ponerse al día. Sus profesores son buenos y ,en ese sentido, no tengo problema. Son 10 días en el mes que debemos viajar cuando la suben a la Lokomat, entonces, es muy difícil”, enfatizó.