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Una de las principales demandas de los y las alfareros (as) de la greda negra de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca es la disponibilidad de materias primas para la realización de la alfarería. Tanto así que han llegado a manifestarse públicamente para exigir que se cumpla con los compromisos que adquirió el Estado de Chile ante la Unesco en esta materia.
“En estos momentos estamos sin greda para trabajar esta temporada”, dice el alfarero Joel Sanhueza. “Para este año está complicado, ya estamos en marzo y no pudimos recolectar toda la greda en verano”, agrega la artesana Silvana Figueroa.
Sin embargo, desde hace un año instituciones como el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el Centro de Información de Recursos Naturales Ciren y la carrera de Geología de la Universidad del Alba han estado desarrollando un minucioso trabajo de investigación sobre la existencia de arcillas en las localidades donde se practica la manifestación de patrimonio cultural inmaterial.
“Tenemos desafíos a corto y largo plazo sobre el acceso a materias primas para la alfarería de Quinchamalí y estamos trabajando en ambos frentes. Estamos haciendo gestiones con privados para que las alfareras y alfareros puedan acceder a las actuales vetas de greda y, sobre todo, estamos trabajando de manera colaborativa en un estudio que permite identificar donde y cuánta greda hay en Quinchamalí y con los primeros resultados tenemos buenas noticias”, explicó la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Scarlet Hidalgo Jara.
Estudio: “Hay greda”
El pasado 12 de marzo, la comunidad alfarera pudo conocer los primeros resultado del estudio sobre materias primas; el primero en exponer fue el jefe de la unidad forestal del Ciren, Juan Pablo Flores, quien explicó que “en esta etapa entregamos la información territorial disponible para encontrar nuevas vetas de arcilla para la cerámica de Quinchamalí. También haremos una cartografía social junto a la comunidad para dejar una radiografía completa de la constitución de las arcillas para que las artesanas puedan explorar nuevos sitios y tener problemas futuros de sustentabilidad del recurso. Actualmente son tres los sectores más importantes: San Vicente, El Pellín y el borde del estero Colliguay”.
Luego expuso el geólogo de la Universidad del Alba, Ricardo Álvarez, quien subrayó que “la greda existe en diversas zonas potenciales de exploración. Es posible que estén más alejadas de los orígenes de las vetas actuales, pero Quinchamalí tiene esperanza en el tiempo de que su materia existe”.
“Increíble el mapa. Sabemos que hay greda y ahora con los instrumentos que tienen ellos queda más claro”, dijo la artesana Silvana Figueroa. “Sin duda, la información que entregaron es importante para saber la ubicación y la calidad de la greda. Esta es una información que nos va a servir a largo plazo”, agregó el artesano Joel Sanhueza.
Inédita colaboración
Uno de los siete objetivos del Plan de Salvaguardia para la Alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca es “garantizar el acceso a las materias primas (arcilla, piedras de pulir, estiércol y “colo”) a las artesanas para mitigar los costos de producción y los problemas de acopio”.
En este contexto, Waldo Carrasco, gerente de Vinculación, Productos y Servicios de Ciren, afirmó que “la alfarería de Quinchamalí lleva más de 200 años. Es una actividad distintiva de la Región de Ñuble que ha sido declarada, recientemente por la Unesco, como patrimonio inmaterial, y hay un compromiso de todas las instituciones públicas y privadas de ayudar a que esto se mantenga así”.
Para el vicerrector de la Universidad del Alba Campus Chillán, Ricardo Bocaz, “este es un convenio social vinculado con la comunidad alfarera que se realiza con aportes propios de la Universidad. Para nosotros es un privilegio poder participar de este trabajo que permitirá la toma de decisiones a otras instituciones que también trabajan con Quinchamalí”.
Recolección de guano
Además de la greda, el guano de vacuno es otra de las materias primas que se utilizan para la producción de alfarería de Quinchamalí. Una materia prima fundamental para cocer la loza sin el uso de ningún tipo de horno tal como lo indica la tradición artesanal que es parte de la Lista de Salvaguardia Urgente del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco. Junto a la greda, el guano de vacuno debe ser recolectado y almacenado durante el verano, cuando están seco, para poder cocer piezas ornamentales y utilitarias tales como guitarreras, chanchos, azafates, platos, jarros y mates, entre otros.
Gracias al trabajo colaborativo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio e Indap, a través de su Programa Prodesal el pasado 13 de marzo se realizó una jornada de recolección. “Coordinamos la recolección de guano de nuestros propios agricultores, en un ejercicio de economía circular y, así, potenciamos un ejercicio que es único y patrimonial”, destacó la directora de Indap Ñuble, Fernanda Azocar.
“Prodesal gestionó los predios donde hay vacunos y nosotros costeamos el traslado de más de 320 sacos de guano que fueron recolectados por la propia comunidad alfarera. Agradecemos profundamente a cada una de las instituciones y personas privadas que colaboran con la Salvaguardia de la Alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca”, expresó la seremi Hidalgo.