El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó este martes un estado de excepción en siete provincias del país debido a la “grave conmoción interna” generada por protestas y bloqueos de carreteras en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel y a la inseguridad.
La medida, que tendrá una vigencia de 60 días, rige en Carchi, Imbabura, Pichincha, Azuay, Bolívar y Santo Domingo de los Tsáchilas, zonas donde en las últimas horas se han registrado cierres viales y manifestaciones.
Desde el lunes se reportaron protestas parciales en Pichincha, Carchi, Azuay e Imbabura. Este martes se intensificaron los bloqueos en el norte de Pichincha y en vías de Carchi, provincia fronteriza con Colombia. Ante la situación, el Ejecutivo trasladó temporalmente su sede a Cotopaxi y la Vicepresidencia a Imbabura.
El decreto presidencial señala que las “paralizaciones han alterado el orden público, provocando situaciones de violencia manifiesta que ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos y sus derechos a la libre circulación, al trabajo y al ejercicio de actividades económicas”.
“Esta situación requiere de una intervención excepcional del Estado para precautelar la seguridad y garantizar los derechos de los ciudadanos; el orden público y la paz social”, indica el documento firmado por Noboa.
En las mencionadas provincias se suspende el derecho a la libertad de reunión, lo que limita aglomeraciones en espacios públicos durante las veinticuatro horas del día con el objeto de paralizar servicios públicos e impedir que se atente contra los derechos, libertades y garantías del resto de ciudadanos.


