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Después de un trabajo de aprendizaje, logística e inversiones para lograr la mejor calidad posible, las castañas cosechadas en los huertos de Marrón Andino, lograron llegar a Italia, una hazaña para este grupo de agricultores que hace más de 5 años, se comprometieron con la meta de exportar las castañas de variedad marrón producidas en El Carmen, lo que requería no sólo las ganas, sino una serie de pasos e inversiones para lograrlo, un esfuerzo que individualmente era casi imposible, pero que emprendieron como empresa asociativa campesina.
El valor industrial de la variedad marrón, junto a la merma de la producción europea en los últimos años, generó un aumento sostenido de la demanda. Esta es la ventaja comparativa que aprovecharon los 11 socios de la Empresa Asociativa Campesina Marrón Andino, que tiene sus huertos de castaños de las variedades marrón y sativa en tierras carmelinas.
“Marrón Andino surge de la asociatividad, porque solos no íbamos a ser capaces de exportar”, comentó Alex Rivas, presidente de Marrón Andino. “Yo tenía experiencia de asociatividad, así que sé lo importante que es para la agricultura familiar juntarse y aunar fuerzas, aumentar los volúmenes; sin asociación no se podría exportar. Es difícil que cada uno por su cuenta lo logre, pero asociados, cada uno aporta algo, todos somos importantes en mayor o menor grado”.
Aunque la castaña se considera un fruto seco, tiene un alto contenido de agua que la obliga a entrar a una cadena de frío para ser competitivo en el exterior. Desde esta necesidad, Indap apoyó a los productores, con proyecto del Programa de Desarrollo de Inversiones asociativo (PDI) para la instalación de una bodega, la compra de un conteiner refrigerado y un generador, línea de calibrado y calibrador, con lo que mejoraron las condiciones de pos cosecha y comercialización de sus castañas. Posteriormente, se adjudicaron un Programa Asociativo Económico, PAE, y un Gestor Comercial, instrumentos que apoyaron la gestión de la agrupación y la llegada a sus mercados objetivo. Eso, sumado a crédito asociativo para capital de trabajo, permitió esta exportación a Italia. Ahora, la agrupación se proyecta a aumentar sus activos fijos para ampliar la línea de producción y así dar respuesta a una demanda creciente que valoró la calidad de las castañas carmelinas.
Vinos de Guarilihue
En el caso de la Cooperativa Moscin, el viaje para llegar a los mercados nórdicos también ha sido arduo. Formada por 10 pequeños agricultores de Guarilihue usuarios de Indap, Moscin partió como sociedad anónima, pero con el apoyo del Programa de Asociatividad Económica PAE de Indap, realizó la planificación estratégica para definir su modelo de negocios, con una línea que potenció el negocio de la empresa, la compra y venta de uva certificada bajo Comercio Justo para crecer y tener liquidez y una segunda línea de negocio orientada a la producción de vino bajo su propia etiqueta orientado a la exportación, también con certificación Comercio Justo y Fair for Life. Esta línea logró una primera licitación de vino Moscatel de Alejandría al monopolio de Suecia, con 4 mil litros embotellados. “Exportar era algo muy grande para nosotros, pero hoy día ya tenemos un primer pie en esto. La calidad está, el moscatel de Alejandría es un producto muy bueno y yo sé que al mercado sueco le va a gustar”, comentó Justo Neira, presidente de Moscin, cuando se realizó la primera exportación.