El rol clave de escuela chillaneja durante el debate de ley que prohíbe celulares en clases

Listo para ser votado en la sala del Senado quedó el proyecto de ley que prohíbe y regula el uso de dispositivos móviles en los establecimientos educacionales del país, desde el nivel parvulario hasta la enseñanza media.
La iniciativa, que fusiona siete mociones parlamentarias, busca devolver la concentración, el diálogo y la convivencia a las salas de clases, restringiendo el uso de celulares, salvo en situaciones específicas.
Durante su discusión, un ejemplo local se robó la atención de la Comisión de Educación: la experiencia de la Escuela Reyes de España de Chillán, pionera en implementar desde 2023 una política de “aula libre de celulares”.
La medida, adoptada en consenso con el Consejo Escolar y más de 500 familias, fue presentada el 1 de octubre ante los senadores por su directora, Marisol Contreras, acompañada de la orientadora Lily Briceño y la psicopedagoga Lilian Quintana.
El equipo detalló los efectos positivos que tuvo la eliminación de los dispositivos móviles en la convivencia escolar, el rendimiento académico y el bienestar emocional de los alumnos.
Según la exposición, la comunidad observó un ambiente más tranquilo, mayor interacción durante los recreos y una significativa mejora en los resultados de pruebas estandarizadas como el Simce.
“Fue un cambio cultural que transformó la dinámica del colegio”, expresaron las docentes, destacando la creación de “recreos interactivos”, instancias diseñadas para fomentar el juego, la creatividad y la participación activa. Estos espacios, hoy parte del sello institucional, fueron valorados por las autoridades como un ejemplo concreto de innovación pedagógica con enfoque en el bienestar integral.
La Comisión de Educación del Senado, presidida por el senador por Ñuble Gustavo Sanhueza (UDI), destacó el caso chillanejo como una referencia nacional.
“Es un hito trascendente para promover un cambio cultural en una sociedad digitalizada que ha perdido en cierta medida la capacidad de reflexión, análisis y socialización entre los estudiantes”, apuntó.
El rol de los establecimientos
El proyecto establece la prohibición del uso de celulares y dispositivos de comunicación personal en las salas de clases, con excepciones acotadas: cuando su uso se justifique por razones pedagógicas, de salud, seguridad o necesidades educativas especiales debidamente acreditadas. También se contempla su uso en casos de emergencia, desastre o catástrofe.
Además, los establecimientos deberán incorporar la medida en sus reglamentos internos y definir protocolos de aplicación.
En el caso de la enseñanza media, los colegios podrán habilitar espacios, horarios o actividades específicas donde se permita su uso con fines pedagógicos.
La normativa obliga, además, a desarrollar acciones educativas sobre el uso responsable de la tecnología y los riesgos asociados, promoviendo instancias formativas para prevenir el mal uso o la comisión de delitos a través de estos medios.
El senador Sanhueza anticipó que, una vez aprobada, la ley será acompañada de un proceso de difusión y formación en conjunto con los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP).
El parlamentario anunció, además, la realización de un seminario el próximo 11 de noviembre en el Aulamagna de la Universidad del Bío-Bío, el cual se organizó en conjunto con los SLEP Punilla Cordillera y Valle Diguillín. Bajo el lema “Educación sin distracción”, éste abordará los efectos de las pantallas en el desarrollo cognitivo infantil, y contará con la participación de la educadora de Párvulos de la Universidad Católica y Master en Educación de la Universidad de Harvard, Carolina Pérez.
En la Escuela Reyes de España, la directora Marisol Contreras, destacó que el debate legislativo haya recogido experiencias como la suya.
“Esto demuestra que las transformaciones más importantes en educación pueden partir desde las comunidades escolares, cuando hay convicción y trabajo conjunto”, comentó.
Profesores en alerta
Los profesores resaltaron la medida, pero advirtieron que aún existen prioridades pendientes. El presidente regional del gremio, Manuel Chávez, catalogó la iniciativa como un paso necesario para ordenar el uso de la tecnología en el aula. “El uso indiscriminado del celular es un gran distractor y ha sido causa de conflictos, incluso de bullying”, precisó. Sin embargo, advirtió que el Congreso mantiene pendientes proyectos más urgentes, como la reforma a la Ley 21.040 (Nueva Educación Pública) y la Ley de Convivencia Escolar, “que sí abordan los problemas de fondo que afectan hoy a las comunidades educativas”, expresó.