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Señor Director:
Las amenazas nucleares y las afirmaciones de «la destrucción de toda la civilización» por parte de Vladimír Putin, en el contexto del apoyo de Occidente a Ucrania, denotan preocupantes rasgos sociópatas e individualistas por parte del líder del Kremlin, dignas de una película de terror. Estas declaraciones tensionan aún más el clima geopolítico mundial, llegando a niveles de tensiones históricas como la «crisis de los misiles de 1962». Al parecer, a Putin no le basta con ser un autócrata, perpetuado en el poder desde hace más de veinte años en Rusia, erradicando cualquier tipo de oposición -incluso hasta la muerte, así lo atestigua la muerte de Alexéi Navalny- que se atreva a tumbar su poder. Con las declaraciones de Putin, queda más que claro que es un hombre que no dará tregua, ni doblegará sus decisiones y está dispuesto a hacer lo que sea para lograr sus pretensiones, afirmando que nada ni nadie lo detendrá. Para nosotros, los occidentales, esto es un verdadero calvario, porque nos repetimos una sola pregunta: ¿quién podrá detener a un tirano como Putin?
Felipe Jara J, Fundación para el progreso.